Las ciudades serán prisiones térmicas y la vivienda puede ser la solución
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El aumento de temperaturas medias implica también que cada vez sufrimos más olas de calor. Las ciudades se convierten en islas de calor en las que el bienestar es cada vez más difícil, pero también implica una peor salud, sobre todo en los barrios más marginales, donde la pobreza marca a las principales víctimas del cambio climático.
"Este año sí que hace calor", se oye en las conversaciones de ascensor de toda España. Aunque sufrir el calor es subjetivo, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) dice que se tienen que dar, a lo largo de al menos tres días, temperaturas máximas por encima del 95% de sus percentiles en al menos el 110% de las estaciones de registro para hablar de ola de calor.
La AEMET confirma una evolución al alza en las olas de calor. En los últimos años, España tuvo en 2017 el año con más olas, en 2015 la más larga y en 2012 la más extensa en territorio. Contando con los episodios sufridos en el archipiélago canario, ya superamos la centena.
La última ola de calor culmina la tendencia creciente de cantidad, duración y alcance de las mismas, en la última década se han doblado las olas de calor registradas por la AEMET.
© Foto : AEMETEvolución de olas de calor
Evolución de olas de calor
© Foto : AEMET
Un estudio de la Universidad de Santiago de Compostela prevé que en 2050 tengamos prácticamente el doble de tiempo y territorio afectado por las olas de calor y esto, nos lleva a una nueva mirada a las ciudades.
Atrapados en las islas de calor urbanas
España, al igual que el planeta, es cada vez más urbanita. Las áreas urbanas de más de 50.000 habitantes condensan al 69% de la población española. En ellas, se concentra además el 76% del empleo. Por eso, cada vez más voces alertan: las ciudades pueden ser un infierno climático. Un trabajo conjunto de investigación en Pamplona y Sevilla analiza la respuesta climática de las viviendas en ambas ciudades. El estudio ClimateReady. Preparados para el clima. Evaluación de la adaptación de las viviendas españolas pretende detectar qué tenemos que cambiar en las viviendas españolas ante los rigores climáticos presente y futuro.
"Aunque el Código Técnico de la Edificación se está constantemente actualizando, hay todavía mucho que hacer en este campo", responde el equipo investigador que lidera la Universidad de Navarra junto a la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Sevilla y de Alicante. Actualmente existen limitaciones al consumo de aire acondicionado y por primera vez se controla la "envolvente térmica" de las viviendas.
Pero no es suficiente, "nos gustaría proponer que se incluyera en normativa, que los edificios nuevos en zonas climáticas de veranos frescos tengan que demostrar que pueden funcionar sin aire acondicionado en condiciones típicas de verano y en eventos de olas de calor", nos cuentan.
16 de agosto 2021, 14:50 GMT
El cambio climático en las ciudades, cuestión de clase
Lo ideal, nos explican desde el equipo de ClimateReady que está realizando encuestas por la habitabilidad climática en toda España, es que, como sucede por ejemplo en Inglaterra, el sobrecalentamiento de las viviendas no afectará a la salud.
En junio, la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla también participó en un estudio internacional: entre 1991 y 2018, el 31,8% de las muertes por calor en Sevilla son atribuibles al calentamiento global. El cambio climático deja de media unas 39 muertes al año en Sevilla por calor.
No es cuestión de bienestar sino de salud. "El calor afecta principalmente a las personas mayores y a los bebés, a personas con movilidad reducida, y con enfermedades o patologías previas", alertan desde ClimateReady. Los umbrales de ola de calor de Sevilla o Pamplona son 41,2ºC y 36ºC, respectivamente, "pero ante estos eventos en Pamplona muy pocas viviendas tienen aire acondicionado, mientras que en Sevilla el no tener estos sistemas está asociado en general a hogares en pobreza energética".
© Sputnik / Gonzalo WanchaActivistas de Red Sevilla por el Clima protestan por la pérdida de árboles Fuente Facebook Red Sevilla por el Clima
Activistas de Red Sevilla por el Clima protestan por la pérdida de árboles Fuente Facebook Red Sevilla por el Clima
© Sputnik / Gonzalo Wancha
La "visita" a cientos de hogares del estudio confirma que la pobreza "sin ninguna duda", implica sufrir más las altas temperaturas y, por lo tanto, estar más expuestos a problemas de salud. " La gente con menos recursos vive en viviendas de menor calidad (con peor envolvente térmica) y en entornos con menos zonas verdes", y la respuesta a esto no es fácil con récord históricos del precio de la luz. Es la “pobreza energética” asociada al calor tan común en algunos de los barrios más pobres de España, ubicados en Sevilla.
¿Soluciones? empecemos por ciudades más verdes
La Red Sevilla por el Clima es una de las asociaciones que más tiempo lleva reclamando la sombra vegetal para las ciudades que, como la capital andaluza, más sufren las altas temperaturas y la radiación solar y proponen combinar materiales tradicionales como el suelo arenoso típico de la zona (albero) con más árboles .
"Deberíamos replantear el modelo de plaza dura y sin sombra vegetal" explican desde la Red tras compartir mediciones del suelo. Los resultados son elocuentes: 55,5°C sobre el pavimento expuesto al sol en el centro de la ciudad, mientras que a la sombra son 35°C. Mientras, en el mismo día, a la sombra y descendía a 21,3ºC "una impresionante diferencia".
Recomendaciones de ClimateReady para tu vivienda
Ten en cuenta las orientaciones. Es mejor la orientación norte-sur
Mejorar la protección solar (sistemas de sombreamiento como persianas, venecianas, toldos, etc., a vidrios con filtro solar, arbolado, etc.)
La inercia térmica de los sistemas constructivos (que reduce las oscilaciones y los máximos de temperatura diaria)
Ventilación natural "refrescante" (doble orientación que posibiliten ventilación cruzada, existencias de patios sombrados desde los que ventilar, etc.)
Soluciones constructivas adaptadas (fachadas ventiladas, cubiertas "a la catalana", cubiertas ajardinadas, etc.)
Volviendo de la calle a las viviendas, ClimateReady recomienda invertir en adaptación climática para reducir el uso de aires acondicionados y la respuesta pasiva de la vivienda. Algunos cálculos estiman que por cada euro que se invierte en aislamiento de edificios se obtiene un retorno de siete euros. No solo salud para las personas, también para el bolsillo.
Sobre todo, teniendo en cuenta lo que se nos viene encima…
El último informe del IPCC, el panel de expertos de la ONU para el cambio climático, confirma que tendremos entre 1 y 5,7 grados más de media a final de siglo. Julio de 2021 es, de hecho, el mes más cálido registrado en la historia del planeta. Ve buscando sombra.