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Bicentenario de independencia en Perú y la trabajosa búsqueda de motivos para celebrar
Bicentenario de independencia en Perú y la trabajosa búsqueda de motivos para celebrar
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En el que quizá sea el verso más célebre en la literatura peruana, un personaje creado por Mario Vargas Llosa se pregunta en su célebre novela 'Conversación en... 28.07.2021, Sputnik Mundo
2021-07-28T04:01+0000
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Perú: el maestro campesino Castillo hace historia como nuevo presidente
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En Perú la asunción del presidente electo Pedro Castillo genera un clima de expectativa. "Lo estamos viviendo con alegría y algarabía", dijo a 'En Órbita' Ruben Quispe Ventura, dirigente de Perú Libre en Ayacucho.
Para centrar la razón de la efeméride, en 1821 Perú consigue proclamar su independencia del Imperio español luego de la conquista ejecutada en 1532 y tras haber sido el Virreinato del Perú durante toda la época en que fue una de las principales colonias españolas en América.En 2016, cuando en medio de todas las contingencias de lo que el historiador peruano Luis Alberto Sánchez calificó como "un país adolescente", Perú celebraba 15 años ininterrumpidos de gobiernos democráticos, empezó un periodo que debe ser el más crítico en la historia reciente de la República.En aquel 2016, asumió la presidencia Pedro Pablo Kuczynski luego de derrotar a Keiko Fujimori, hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori (1990-2000). Por entonces, los peruanos soñaban con celebrar los 200 años de independencia de su país de forma festiva, con esperanza y viendo cómo el país, con sus altas y bajas, finalmente iba superando la pobreza que lo ha marcado durante su existencia.Pues eso ni siquiera no ha sucedido, sino que ha pasado todo lo contrario: el año del bicentenario toma a Perú en la peor crisis económica y sanitaria de su historia a causa de la pandemia, y cerrando el que quizá sea el ciclo político más inestable y convulsionado que haya visto cualquier peruano vivo: en los últimos 5 años el país ha tenido 4 presidentes producto de una clase dirigente que parece haber olvidado que la política es el arte de llegar a consensos y no de infringir ataques.Origen del malSi volvemos al verso de Vargas Llosa, en medio del bicentenario los peruanos deberían estar pensando precisamente eso: ¿en qué momento se jodió el Perú? Cosa curiosa, porque Conversación en la Catedral es una obra que retrata la corrupción durante la dictadura del expresidente Manuel Odría (1948-1956), y en Perú ese fantasma de la mala política sigue más que vivo en 2021.¿Se puede hallar una respuesta a una pregunta tan complicada? Nelson Manrique es historiador, sociólogo y catedrático en la Universidad Católica de Lima. En diálogo con Sputnik, ensaya una respuesta que, al menos, explique la realidad del Perú actual."La crisis que estamos viviendo es la culminación de lo que comenzó con el Gobierno de Alberto Fujimori, que llevó adelante un proceso de destrucción de las instituciones y de creación de redes corruptas que han capturado al Estado. La corrupción se extiende desde el primer Gobierno de Alan García (1985-1990), pero entonces aún existía cierto grado de institucionalidad", dice Manrique, tratando de dar una respuesta a un asunto seguramente más complejo.Asimismo, Manrique apunta que, con excepción de los dos únicos presidentes que han gobernado sin ser elegidos –Valentín Paniagua que dirigió la transición luego de la renuncia de Fujimori, y el saliente Francisco Sagasti, quien dirigió la transición luego de la destitución por el Congreso de Martín Vizcarra (2018-2020)–, todos los exmandatarios tienen o tuvieron problemas con la justicia.Fujimori purga prisión por corrupción y crímenes de lesa humanidad, Alejandro Toledo (2001-2006) está a punto de ser extraditado de Estados Unidos por corrupción en el caso Lava Jato, Alan García (2006-2011) se disparó con arma de fuego antes de ser detenido por investigaciones en el mismo caso, Ollanta Humala (2011-2016) acusado por el mismo caso, Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) investigado y con prisión domiciliaria preventiva por el mismo caso, y Martín Vizcarra empezando sus investigaciones en el mismo caso.No habiendo un solo exmandatario vivo que no esté con líos con la justicia, es entendible que la pandemia y la inestabilidad política le den ningún motivo al peruano de a pie para celebrar porque finalmente, ¿qué hay que celebrar? ¿O existe algo que celebrar en los 200 años de independencia de Perú?Un pequeño motivoMás allá de las bondades de un país en lo que lo mejor parece ser su gente y su cultura milenaria, a estas alturas Manrique busca rescatar lo positivo que puede estar festejando Perú por sus 200 años, y apela al valor simbólico positivo del nuevo presidente, Pedro Castillo, elegido para gobernar de 2021 a 2026, y que asume el poder en el día de la independencia.Castillo es un maestro de escuela nacido y residente en el departamento andino de Cajamarca (norte), uno de los más pobres del país, mayormente rural y con gran número de su población dedicada a la pequeña ganadería y la agricultura."Para mí lo más rescatable del año del bicentenario es el sentido de la democracia como el derecho de elegir y ser elegidos, independientemente de nuestro origen; a pesar de que hay una casta a la que le parece simplemente inaceptable que le estén quitando 'su país', como si hubiera quienes están destinados a decidir y otros que deben ser tomados como invasores de un país imaginario que creen que es el suyo", sostiene Manrique.Cierto, Perú llega a su bicentenario en las que tal vez sean las peores condiciones posibles: pandemia y cientos de miles de muertos, crisis económica grave, una clase política devaluada, un nuevo presidente que, más allá de su valor simbólico, no muestra ideas políticas claras; pero la esperanza en tiempos adversos se transforma en una obligación que busca la supervivencia. Quizá eso es lo que corresponda a Perú y su gente en sus 200 años.
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Bicentenario de independencia en Perú y la trabajosa búsqueda de motivos para celebrar
En el que quizá sea el verso más célebre en la literatura peruana, un personaje creado por Mario Vargas Llosa se pregunta en su célebre novela 'Conversación en la Catedral' (1969): "¿En qué momento se había jodido el Perú?", interrogante que parece cobrar una actualidad dolorosa cuando el país celebra el bicentenario de su independencia.
Para centrar la razón de la efeméride, en 1821 Perú consigue proclamar su independencia del Imperio español luego de la conquista ejecutada en 1532 y tras haber sido el Virreinato del Perú durante toda la época en que fue una de las principales colonias españolas en América.
En 2016, cuando en medio de todas las contingencias de lo que el historiador peruano Luis Alberto Sánchez calificó como "un país adolescente", Perú celebraba 15 años ininterrumpidos de gobiernos democráticos, empezó un periodo que debe ser el más crítico en la historia reciente de la República.
En aquel 2016, asumió la presidencia
Pedro Pablo Kuczynski luego de derrotar a Keiko Fujimori, hija del encarcelado expresidente
Alberto Fujimori (1990-2000). Por entonces, los peruanos soñaban con celebrar los 200 años de independencia de su país de forma festiva, con esperanza y viendo cómo el país, con sus altas y bajas,
finalmente iba superando la pobreza que lo ha marcado durante su existencia.
Pues eso ni siquiera no ha sucedido, sino que ha pasado todo lo contrario: el año del bicentenario toma a Perú en
la peor crisis económica y sanitaria de su historia a causa de la
pandemia, y cerrando el que quizá sea el ciclo político más inestable y convulsionado que haya visto cualquier peruano vivo:
en los últimos 5 años el país ha tenido 4 presidentes producto de una clase dirigente que parece haber olvidado que la política es el arte de llegar a consensos y no de infringir ataques.
Si volvemos al verso de Vargas Llosa, en medio del bicentenario los peruanos deberían estar pensando precisamente eso: ¿en qué momento se jodió el Perú? Cosa curiosa, porque Conversación en la Catedral es una obra que retrata la corrupción durante la dictadura del expresidente Manuel Odría (1948-1956), y en Perú ese fantasma de la mala política sigue más que vivo en 2021.
¿Se puede hallar una respuesta a una pregunta tan complicada? Nelson Manrique es historiador, sociólogo y catedrático en la Universidad Católica de Lima. En diálogo con Sputnik, ensaya una respuesta que, al menos, explique la realidad del Perú actual.
"La crisis que estamos viviendo es la culminación de lo que comenzó con el Gobierno de Alberto Fujimori, que llevó adelante un proceso de destrucción de las instituciones y de creación de redes corruptas que han capturado al Estado. La corrupción se extiende desde el primer Gobierno de Alan García (1985-1990), pero entonces aún existía cierto grado de institucionalidad", dice Manrique, tratando de dar una respuesta a un asunto seguramente más complejo.
21 de julio 2021, 20:39 GMT
Asimismo, Manrique apunta que, con excepción de los dos únicos presidentes que han gobernado sin ser elegidos –Valentín Paniagua que dirigió la transición luego de la renuncia de Fujimori, y el saliente
Francisco Sagasti, quien dirigió la transición luego de
la destitución por el Congreso de Martín Vizcarra (2018-2020)–,
todos los exmandatarios tienen o tuvieron problemas con la justicia.
Fujimori purga prisión por corrupción y crímenes de lesa humanidad, Alejandro Toledo (2001-2006) está a punto de ser
extraditado de Estados Unidos por corrupción en el caso Lava Jato, Alan García (2006-2011)
se disparó con arma de fuego antes de ser detenido por investigaciones en el mismo caso, Ollanta Humala (2011-2016)
acusado por el mismo caso, Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) investigado y con prisión domiciliaria preventiva por el mismo caso, y Martín Vizcarra empezando sus investigaciones en el mismo caso.
No habiendo un solo exmandatario vivo que no esté con líos con la justicia, es entendible que la pandemia y la inestabilidad política le den ningún motivo al peruano de a pie para celebrar porque finalmente, ¿qué hay que celebrar? ¿O existe algo que celebrar en los 200 años de independencia de Perú?
Más allá de las bondades de un país en lo que lo mejor parece ser su gente y su cultura milenaria, a estas alturas Manrique busca rescatar lo positivo que puede estar festejando Perú por sus 200 años, y apela al valor simbólico positivo del nuevo presidente,
Pedro Castillo,
elegido para gobernar de 2021 a 2026, y que asume el poder en el día de la independencia.
Castillo es un maestro de escuela nacido y residente en el departamento andino de Cajamarca (norte), uno de los más pobres del país, mayormente rural y con gran número de su población dedicada a la pequeña ganadería y la agricultura.
"Para mí lo más rescatable del año del bicentenario es el sentido de la democracia como el derecho de elegir y ser elegidos, independientemente de nuestro origen; a pesar de que hay una casta a la que le parece simplemente inaceptable que le estén quitando 'su país', como si hubiera quienes están destinados a decidir y otros que deben ser tomados como invasores de un país imaginario que creen que es el suyo", sostiene Manrique.
Cierto, Perú llega a su bicentenario en las que tal vez sean las peores condiciones posibles: pandemia y cientos de miles de muertos, crisis económica grave, una clase política devaluada, un nuevo presidente que, más allá de su valor simbólico,
no muestra ideas políticas claras; pero la esperanza en tiempos adversos se transforma en una obligación que busca la supervivencia. Quizá eso es lo que corresponda a Perú y su gente en sus 200 años.