Más de 76.000 euros diarios: la multa que cobra Francia a España por guardar sus residuos nucleares
12:34 GMT 06.07.2021 (actualizado: 02:14 GMT 30.10.2021)
© Foto : Pixabay / Dirk RabeResiduos radioactivos (imagen referencial)
© Foto : Pixabay / Dirk Rabe
Síguenos en
Las penalizaciones acumuladas desde 2017 ya superan los 110 millones de euros y funcionan como una fianza. Enresa, la empresa que gestiona en España los residuos, tiene previsto construir un almacén temporal centralizado (ATC) para guardar los desechos a su retorno en 2028, cuando reembolsará casi toda la factura, que ya superará los 300 millones.
La cuestión es simple. El vecino galo custodia los residuos nucleares generados en España por la central nuclear Vandellós I hasta que el país ibérico disponga de sus propias instalaciones para hacerlo. Mientras tanto, la compañía francesa Orano Cycle (anteriormente Areva), guarda ese material radioactivo en su planta de La Hague. Pero el servicio tiene un coste, que se incrementa cada año.
Desde julio de 2017, Enresa ha pagado ya más de 110 millones de euros. A fecha de 31 de diciembre de 2020 la factura ascendía a 96 millones, pero la penalización diaria que se abona a Orano se revisa anualmente al alza. En 2020 ascendió a 76.618,14 euros por día (73.044 en 2017), según cifras contables publicadas por Enresa en su memoria anual. Cuando en 2028 se devuelva a Enresa la basura radioactiva, esta sociedad estatal recuperará la mayor parte del dinero hasta entonces abonado. Porque una pequeña parte irá destinada al pago del almacenamiento en sí, que desde octubre de 2015 hasta 2020 ascendía a unos siete millones de euros.
¿Y por qué se recurre a Francia?
Los residuos nucleares pertenecen a la central de Vandellòs I (en la provincia de Tarragona), cerrada tras sufrir un incendio en 1989. Deberían haber sido trasladados a un almacén temporal centralizado (ATC) en Villar de las Cañas (provincia de Cuenca). En este contexto, Enresa contaba con poder recibir de vuelta los residuos en 2023.
Hoy hace 37 años que se creó @Enresa con el objetivo de gestionar de forma segura y eficaz los residuos radiactivos generados en España y el desmantelamiento de las instalaciones nucleares y radiactivas en desuso.
— Consejo de Seguridad Nuclear (@CSN_es) July 4, 2021
➡️Más info: https://t.co/mFXgqvs5mh pic.twitter.com/rnHs4OjbO6
Pero la construcción del ATC nunca se ejecutó, pues el Gobierno de Pedro Sánchez paralizó su tramitación en 2018 tras concluir los informes técnicos que la escasa idoneidad de los terrenos elegidos podía encarecer mucho el coste de la infraestructura, presupuestada de inicio en 1.000 millones de euros. De resultas, el regreso de los residuos se convino para 2028. Mientras tanto, cada una de las centrales nucleares todavía operativas en España dispone ya o está construyendo almacenes temporales individuales (ATI) para almacenar sus desechos. Según el calendario previsto por Enresa, el total las penalizaciones que se abonen hasta 2028 puede acabar rondando los 330 millones de euros.
"Las cantidades pagadas por Enresa a Areva, por este concepto, serán devueltas a Enresa en el momento del último retorno de residuos, una vez deducidos los costes de almacenamiento soportados por Areva desde 1 de octubre de 2015. La fecha estimada de retorno es durante el año 2028".
El incumplimiento venía de atrás
Tras el cierre de la central de Vandellòs I, España llegó a un acuerdo con el fabricante del reactor (Cogema, actualmente Orano) para que custodiara y reprocesase el uranio enriquecido. La operación costó unos 250 millones de euros, sufragados por los consumidores mediante un recargo en la factura eléctrica del 0,7%.
El acuerdo manejaba el 31 de diciembre de 2010 como fecha límite para traer de vuelta los residuos. Pero como no había una ATC donde se pudieran almacenar, Enresa comenzó a pagar una multa de 65.000 euros diarios hasta que en 2012 pudo recomponer el convenio firmado. Es en este documento donde la sociedad pública retrasó hasta junio de 2017 la devolución de la basura nuclear y pudo reembolsarse las penalizaciones diarias abonadas hasta entonces. Como contrapartida, Enresa prometió el pago a Areva de 213 millones de euros por el suministro de cuatro contenedores para transportar y almacenar los residuos en la inexistente ATC de Villar de Cañas.
La gestión de los residuos es lo que se manda a Francia o la construcción del Almacén de residuos radiactivos, el mantenimiento del Cabril o la supervision del estadio de la antigua fábrica de uranio de Andujar, actualmente clausurada.
— Rozas L (@RozasL1) July 3, 2021
El coste actual es porqué estan amortizadas
Así que, desde diciembre de 2018 hasta finales de 2020, Enresa se vio también obligada a pagar un total de 621.000 euros por el almacenamiento temporal de los contenedores destinados al transporte de los residuos. Emplazados también en La Hague, siguen vacíos a la espera de que se carguen en 2028. Es decir, suponen un concepto de gasto añadido al de las penalizaciones.
11 de marzo 2021, 12:47 GMT