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Una historia rebelde: el Punk en Venezuela
Una historia rebelde: el Punk en Venezuela
Sputnik Mundo
Del Rock se desprende como movimiento oculto, marginado y contestatario, el Punk. Su planteamiento estético captó la atención de un grupo de jóvenes... 30.06.2021, Sputnik Mundo
2021-06-30T17:44+0000
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La movida underground en Caracas sufrió una profunda persecución policial durante los años 80 y 90. Fuera del lente de las cámaras, las bandas crecieron en número y experiencias. Muchas perviven y otras quedaron en los pósters y fotografías de una época que marcó a la juventud en Caracas y aún sobrevive en sus leales seguidores que se renuevan con los años.Lo contestatario del Punk permanece. Sin embargo, su discurso antipoder puede ser empleado para hacer permear ideologías y conspiraciones. Se dice que el Departamento de Estado estadounidense a través de la USAID financia grupos que falsean persecuciones para gritar libertad en contenidos para redes sociales con el propósito de viralizar protestas. Se dice, puesto que aunque se maneja información al respecto, nadie se atreve a hablar, a comentar más allá de la anécdota."Recuerdo el ritual del concierto: la calle cerrada, perfectamente tomada, una acción comando; unas cuatro piezas, la llegada de la policía. Luego un pandemoium y las botas militares corrían, pateaban y acompañaban a sus dueños al módulo policial más cercano. Los representantes buscaban a sus hijos, los de bien, y los de los barrios tenían que esperar que acabara el morbo del efectivo. Todos eran vagos y maleantes, según la ley", comenta a Sputnik Armando Carrieri, uno de los actores que recuerdan la época de auge del punk en Venezuela."Memorias de un punketo que no lo fue"Carrieri, escritor y productor audiovisual, brinda una mirada sobre este movimiento musical en el país suramericano, con una frase que sirve como autodefinición. "Este texto bien podría titularse: Memorias de un punketo que no lo fue", explica. Para el escritor, resalta que el movimiento punk venezolano tuvo una dimensión que ha sido subestimada. "Fue un vaso capilar extenso que recorrió el 'under' de las principales ciudades de este sibarita país petrolero, con efervescentes asimetrías sociales. ¿Nadie lo notó? Falso, nadie quiso que se notara, pero la pacata indiferencia forzada, poco logró en el caso de esta juventud, prototransgresora. Hay mucho del Punk presente en la actualidad en las protestas que se repiten en todo el hemisferio. El pastiche de protesta social levantisca, le debe mucho a los jóvenes punketos ochentosos. La impostura, la estridencia y el ruido como arma de sujetos de lucha. Pero no fue una aparición espontánea. El punk reinstala el ethos de los 60, la aparentemente vacía estroboscópica de los 70 y su alter ego musical: el disco music", destaca Carrieri.Douglas Álvarez, guitarrista y bajista de grupos de punk icónicos de la época como Reciclaje y El Enano de la Catedral, aporta a la historia de este movimiento. "Hay una historia no contada del Punk aquí en Caracas y te puedo decir de toda Venezuela. Aquí siempre hablan de las mismas bandas, que no es que no tengan mérito porque comenzaron toda esta movida, Sentimiento Muerto, Seguridad Nacional, Desorden Público. (…) yo veo que hay una historia más real, de la calle del lado del Punk, bien callejera, de esos Punk que existieron y que hicieron muchas vainas aquí, hay muchas cosas (…) hay gente que ha hecho libros, que conocen gente y hasta se vacilaron esa época pero caen en la misma vaina, los mismos grupos, la misma gente y lo que hacen es una gran cagada. Para mí si hay una historia que contar, que es una historia más real", destaca.Álvarez relata las enormes dificultades que significaba durante los años 80 y 90 pertenecer al movimiento Punk en Venezuela."En la época que yo viví que era la cuarta, el Punk era un problema, uno salía a la calle y era a caerse a golpe, la policía te reprimía muchísimo, te cortaba una ceja para marcarte, te cortaba la cresta y te quitaba las correas y las cadenas y con esas mismas cadenas te caían a golpes. Tengo un amigo que lo ficharon por 'transformista', lo mandaron a El Dorado [una cárcel de máxima seguridad] por andar con una cresta y andar con el pelo pintado. Eso antes aquí era terrible, había que caerse a golpes y salir corriendo, la Metropolitana [Cuerpo policial de Caracas] te la tenía aplicada. Ahora te ven una cresta y bueno he escuchado que 'cresta tan bonita'. No saben los puñetazos que uno se tuvo que dar para que ahora haya Punk en la calle normalito, no me jacto de que soy más que nadie, pero yo sí viví esa época y tuve que patear la calle duro", recuerda. Carrieri reflexiona que en el país "el empaque Punk fue asimilado y acomodado al fraseo, el tempo y la rítmica criolla". Sobre estas tribus urbanas se construyó mucho rumor y clichés para invisibilizarlos, acota. "En sus reuniones en Sabana Grande, emergían sus crestas, apliques de metal en la piel, tatuajes rupestres y su indumentaria con una indigencia controlada. Eran el suceso que rayaba en lo circense en la medianía de la vida urbana. No tenían criterio de exclusión social, no eran una moda que solo pertenecía a los jóvenes de las urbanizaciones del 'Este' de Caracas. El Punk venezolano sirvió de igualador social. Adolescentes liceístas, jóvenes universitarios, jóvenes operarios se agregaban a este guetto urbano que tuvo expresión en la literatura, la música, la plástica del mural callejero y el cine de pequeño formato". ¿Qué sigue para el Punk: Postpunk?Álvarez responde enfático "Para mí el Punk está vigente, no ha muerto""Ahorita estoy colaborando con unos chamos, tienen un proyecto que se llama 'Que no muera la canción'. Ellos están rescatando canciones de los 90 y para atrás. Les gustó un tema de El Enano de la Catedral y están haciendo una versión que se llama Chirere, ese lo puedes ver en YouTube, ahí nos pueden ver más jóvenes. Es un compilado de varias bandas nacionales del Punk Rock y están rescatando esos temas que muchos no conocen y ni siquiera los escucharon tocar. Estoy colaborando con ellos, los estoy asesorando. Ellos se sienten bien y yo también. Ayudando a la generación nueva".Herye Chirinos, productora de arte visual, tiene su opinión ante el legado de ese movimiento contracultural que vivió sus mejores momentos hace ya más de 30 años. "El último disco que ha llegado a mis manos es de una banda que se llama La Mueca y me encanta, una de sus canciones está dedicada completamente al trabajador y luego de sus grandes jornadas de trabajo llega el viernes y bueno simplemente quiere ir a retirarse y a tomar, y a pasarla bien con sus colegas y a conspirar en el bar dice la canción, conspirar en el bar para qué, oye, para ver cómo las condiciones cambian un poco, cómo las cosas se hacen más justas. Si el movimiento Punk está cantando ahorita, realmente no lo sé, pero te estoy hablando que ese disco llegó a mí en el 2014, no sé qué está haciendo ahorita el movimiento Punk porque te estoy hablando que aún sigo a bandas de alta trayectoria, que tienen mucho tiempo pues, entonces ya tienen como una línea, pero creo que, si existiera un movimiento Punk, pos Punk, consolidado como tal, ahorita debe estar preocupándole el futuro, pero como dice Reciclaje ¿Cuál futuro?", apunta. Un testimonio que nos llega al cierre de estas líneas, parece servir como el resumen perfecto para ponderar sobre si el Punk ha logrado resistir en Venezuela, el paso del tiempo: "Creo que el Punk no muere, porque nunca morirán las injusticias y siempre va a haber gente que va a luchar contra ellas, entonces, últimamente los que estamos luchando por la alegría, porque podamos seguir viviendo en este país, tenemos que ser bastante Punk pa' poderlo resistir, no hay forma".
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La movida underground en Caracas sufrió una profunda persecución policial durante los años 80 y 90. Fuera del lente de las cámaras, las bandas crecieron en número y experiencias. Muchas perviven y otras quedaron en los pósters y fotografías de una época que marcó a la juventud en Caracas y aún sobrevive en sus leales seguidores que se renuevan con los años.
Lo contestatario del Punk permanece. Sin embargo, su discurso antipoder puede ser empleado para hacer permear ideologías y conspiraciones. Se dice que el Departamento de Estado estadounidense a través de la USAID financia grupos que falsean persecuciones para gritar libertad en contenidos para redes sociales con el propósito de viralizar protestas. Se dice, puesto que aunque se maneja información al respecto, nadie se atreve a hablar, a comentar más allá de la anécdota.
"Recuerdo el ritual del concierto: la calle cerrada, perfectamente tomada, una acción comando; unas cuatro piezas, la llegada de la policía. Luego un pandemoium y las botas militares corrían, pateaban y acompañaban a sus dueños al módulo policial más cercano. Los representantes buscaban a sus hijos, los de bien, y los de los barrios tenían que esperar que acabara el morbo del efectivo. Todos eran vagos y maleantes, según la ley", comenta a Sputnik Armando Carrieri, uno de los actores que recuerdan la época de
auge del punk en Venezuela.
"Memorias de un punketo que no lo fue"
Carrieri, escritor y productor audiovisual, brinda una mirada sobre este movimiento musical en el país suramericano, con una frase que sirve como autodefinición. "Este texto bien podría titularse: Memorias de un punketo que no lo fue", explica.
"Lo primero que hay que decir es que la Venezuela de los años 80 tenía unas entrañas palpitantes y protestatarias que nunca han sido bien rescatadas por la historiografía oficial", comenta Carrieri.
Para el escritor, resalta que el movimiento punk venezolano tuvo una dimensión que ha sido subestimada.
"Fue un vaso capilar extenso que recorrió el 'under' de las principales ciudades de este sibarita país petrolero, con efervescentes asimetrías sociales. ¿Nadie lo notó? Falso, nadie quiso que se notara, pero la pacata indiferencia forzada, poco logró en el caso de esta juventud, prototransgresora. Hay mucho del Punk presente en la actualidad en las protestas que se repiten en todo el hemisferio. El pastiche de protesta social levantisca, le debe mucho a los jóvenes punketos ochentosos. La impostura, la estridencia y el ruido como arma de sujetos de lucha. Pero no fue una aparición espontánea. El punk reinstala el ethos de los 60, la aparentemente vacía estroboscópica de los 70 y su alter ego musical: el disco music", destaca Carrieri.
13 de octubre 2020, 20:40 GMT
Douglas Álvarez, guitarrista y bajista de grupos de punk icónicos de la época como Reciclaje y El Enano de la Catedral, aporta a la historia de este movimiento.
"Hay una historia no contada del Punk aquí en Caracas y te puedo decir de toda Venezuela. Aquí siempre hablan de las mismas bandas, que no es que no tengan mérito porque comenzaron toda esta movida, Sentimiento Muerto, Seguridad Nacional, Desorden Público. (…) yo veo que hay una historia más real, de la calle del lado del Punk, bien callejera, de esos Punk que existieron y que hicieron muchas vainas aquí, hay muchas cosas (…) hay gente que ha hecho libros, que conocen gente y hasta se vacilaron esa época pero caen en la misma vaina, los mismos grupos, la misma gente y lo que hacen es una gran cagada. Para mí si hay una historia que contar, que es una historia más real", destaca.
Álvarez relata las enormes dificultades que significaba durante los años 80 y 90 pertenecer al movimiento Punk en Venezuela.
"En la época que yo viví que era la cuarta, el Punk era un problema, uno salía a la calle y era a caerse a golpe, la policía te reprimía muchísimo, te cortaba una ceja para marcarte, te cortaba la cresta y te quitaba las correas y las cadenas y con esas mismas cadenas te caían a golpes. Tengo un amigo que lo ficharon por 'transformista', lo mandaron a El Dorado [una cárcel de máxima seguridad] por andar con una cresta y andar con el pelo pintado. Eso antes aquí era terrible, había que caerse a golpes y salir corriendo, la Metropolitana [Cuerpo policial de Caracas] te la tenía aplicada. Ahora te ven una cresta y bueno he escuchado que 'cresta tan bonita'. No saben los puñetazos que uno se tuvo que dar para que ahora haya Punk en la calle normalito, no me jacto de que soy más que nadie, pero yo sí viví esa época y tuve que patear la calle duro", recuerda.
Carrieri reflexiona que en el país "el empaque Punk fue asimilado y acomodado al fraseo, el tempo y la rítmica criolla". Sobre estas tribus urbanas se construyó mucho rumor y clichés para invisibilizarlos, acota.
"En sus reuniones en Sabana Grande, emergían sus crestas, apliques de metal en la piel, tatuajes rupestres y su indumentaria con una indigencia controlada. Eran el suceso que rayaba en lo circense en la medianía de la vida urbana. No tenían criterio de exclusión social, no eran una moda que solo pertenecía a los jóvenes de las urbanizaciones del 'Este' de Caracas. El
Punk venezolano sirvió de igualador social. Adolescentes liceístas, jóvenes universitarios, jóvenes operarios se agregaban a este guetto urbano que tuvo expresión en la literatura, la música, la plástica del mural callejero y el cine de pequeño formato".
¿Qué sigue para el Punk: Postpunk?
Álvarez responde enfático "Para mí el Punk está vigente, no ha muerto"
"Ahorita estoy colaborando con unos chamos, tienen un proyecto que se llama 'Que no muera la canción'. Ellos están rescatando canciones de los 90 y para atrás. Les gustó un tema de El Enano de la Catedral y están haciendo una versión que se llama Chirere, ese lo puedes ver en YouTube, ahí nos pueden ver más jóvenes. Es un compilado de varias bandas nacionales del Punk Rock y están rescatando esos temas que muchos no conocen y ni siquiera los escucharon tocar. Estoy colaborando con ellos, los estoy asesorando. Ellos se sienten bien y yo también. Ayudando a la generación nueva".
Herye Chirinos, productora de arte visual, tiene su opinión ante el legado de ese movimiento contracultural que vivió sus mejores momentos hace ya más de 30 años.
"El último disco que ha llegado a mis manos es de una banda que se llama La Mueca y me encanta, una de sus canciones está dedicada completamente al trabajador y luego de sus grandes jornadas de trabajo llega el viernes y bueno simplemente quiere ir a retirarse y a tomar, y a pasarla bien con sus colegas y a conspirar en el bar dice la canción, conspirar en el bar para qué, oye, para ver cómo las condiciones cambian un poco, cómo las cosas se hacen más justas. Si el movimiento Punk está cantando ahorita, realmente no lo sé, pero te estoy hablando que ese disco llegó a mí en el 2014, no sé qué está haciendo ahorita el movimiento Punk porque te estoy hablando que aún sigo a bandas de alta trayectoria, que tienen mucho tiempo pues, entonces ya tienen como una línea, pero creo que, si existiera un movimiento Punk, pos Punk, consolidado como tal, ahorita debe estar preocupándole el futuro, pero como dice Reciclaje ¿Cuál futuro?", apunta.
Un testimonio que nos llega al cierre de estas líneas, parece servir como el resumen perfecto para ponderar sobre si el Punk ha logrado resistir en Venezuela, el paso del tiempo:
"Creo que el Punk no muere, porque nunca morirán las injusticias y siempre va a haber gente que va a luchar contra ellas, entonces, últimamente los que estamos luchando por la alegría, porque podamos seguir viviendo en este país, tenemos que ser bastante Punk pa' poderlo resistir, no hay forma".