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La ley contra la homofobia enfrenta el Estado italiano con la Santa Sede
La ley contra la homofobia enfrenta el Estado italiano con la Santa Sede
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ROMA (Sputnik) — El Vaticano considera que la nueva ley contra la homofobia viola su Concordato con Italia, pero se enfrenta a una dura reacción del primer... 28.06.2021, Sputnik Mundo
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Una nota verbalEl 17 de junio ocurrió un episodio que no tiene precedentes en la historia de las relaciones entre el Vaticano e Italia. El cardinal Paul Richard Gallagher se presentó en la Embajada italiana en el Vaticano para entregar una nota verbal, que pedía modificar una ley que está por ser aprobada por el Senado italiano.Según la Santa Sede, la nueva norma violaría el Concordato de 1929 y el acuerdo de revisión del Concordato de 1984, en los que se basan las relaciones entre el Vaticano e Italia.Poco después de que la nota verbal fuera transmitida al Ministerio del Exterior italiano, llegó la respuesta rotunda del primer ministro Mario Draghi: "Italia es un Estado laico no confesional y el Parlamento tiene la libertad de legislar", con lo cual la Santa Sede no puede injerir en la discusión y la aprobación de las leyes italianas.Ley de ZanEn los medios italianos la norma en cuestión se llama ley de Zan, por el apellido del diputado Alessandro Zan, que la propuso. Para el Vaticano, la ley reduce la libertad garantizada a la Iglesia Católica por el artículo 2 del acuerdo de revisión del Concordato, es decir, la libertad de organización, de reunión y de expresión.De por sí, la ley italiana no difiere mucho de los actos análogos aprobados en otros países europeos. Incluso llega tarde, si se tiene en cuenta que ya en 2004 el Parlamento Europeo aprobó una resolución que pedía a los países de la UE "que cumplan las obligaciones que les incumben en virtud de la legislación de la UE y de la Recomendación del Consejo de Europa sobre medidas para combatir la discriminación basada en la orientación sexual o la identidad de género".Preocupaciones de la iglesiaEntonces, ¿porqué para el Vaticano se trata de una amenaza a las libertades?En primer lugar, el Estado eclesiástico cree que la ley de Zan no da una definición clara al concepto de "discriminación", lo que puede inducir a "equiparar comportamientos muy variados y, por lo tanto, castigar cualquier distinción posible entre hombres y mujeres, con consecuencias que pueden resultar paradójicas y que deben evitarse".De la nota verbal también se deduce que el Vaticano está preocupado por el artículo 7 de la ley, el cual establece "el Día nacional contra la homofobia, la lesbofobia, la bifobia y la transfobia" cuando en todas las escuelas tanto estatales, como privadas, incluidas las católicas, han de organizarse ceremonias, encuentros y otras iniciativas de sensibilización contra los prejuicios homotransfóbicos.No es la primera vez que la Iglesia católica arremete contra la ley de Zan. Hace un año la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) declaró que no era necesaria, dado que en la legislación italiana "ya existen medidas adecuadas para prevenir y reprimir cualquier comportamiento violento o persecutorio", mientras a finales de mayo el presidente de la CEI, Gualtiero Bassetti recalcó que la nueva ley iba a crear una atmósfera de intolerancia.El Vaticano da marcha atrásAl parecer, si la Santa Sede recurrió a un instrumento tan insólito como la nota verbal, fue porque se sentía desesperada por lo que percibía como negligencia del Estado italiano hacia sus preocupaciones. Sin embargo, después de las palabras duras de Draghi, el Vaticano se vio obligado a cambiar de tono."Estoy completamente de acuerdo con el presidente Draghi en cuanto a la laicidad del Estado y la soberanía del Parlamento italiano", declaró el secretario del Estado vaticano, Pietro Parolin, en una entrevista con Vatican News, precisando que la Santa Sede no había "pedido que se bloquease la ley".Para las autoridades italianas los temores de la Iglesia católica son exagerados. La ley de Zan distingue entre la "propaganda", o sea la "divulgación de opiniones a fin de influir sobre el comportamiento o la psicología de un amplio público", que es lícita, y la "instigación hacia el odio", que constituye "un delito de peligro concreto" y queda prohibido.Por lo tanto, los sacerdotes podrán seguir expresando su punto de vista sobre la familia y las relaciones homosexuales sin temer de acabar en la cárcel. Basta que no instiguen a los fieles a cometer acciones violentas contra los representantes de LGBT.
https://noticiaslatam.lat/20210315/con-el-respaldo-del-papa-el-vaticano-prohibe-la-bendicion-del-matrimonio-homosexual-1109970119.html
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La ley contra la homofobia enfrenta el Estado italiano con la Santa Sede
16:47 GMT 28.06.2021 (actualizado: 17:45 GMT 28.06.2021) ROMA (Sputnik) — El Vaticano considera que la nueva ley contra la homofobia viola su Concordato con Italia, pero se enfrenta a una dura reacción del primer ministro Mario Draghi, que defiende el carácter laico del Estado italiano.
El 17 de junio ocurrió un episodio que no tiene precedentes en la historia de las relaciones entre el Vaticano e Italia. El cardinal Paul Richard Gallagher se presentó en la Embajada italiana en el Vaticano para entregar una nota verbal, que pedía modificar una ley que está por ser aprobada por el Senado italiano.
Según la Santa Sede, la nueva norma violaría el Concordato de 1929 y el acuerdo de revisión del Concordato de 1984, en los que se basan las relaciones entre el Vaticano e Italia.
Poco después de que la nota verbal fuera transmitida al Ministerio del Exterior italiano, llegó la respuesta rotunda del primer ministro Mario Draghi: "Italia es un Estado laico no confesional y el Parlamento tiene la libertad de legislar", con lo cual la Santa Sede no puede injerir en la discusión y la aprobación de las leyes italianas.
En los medios italianos la norma en cuestión se llama ley de Zan, por el apellido del diputado Alessandro Zan, que la propuso. Para el Vaticano, la ley reduce la libertad garantizada a la Iglesia Católica por el artículo 2 del acuerdo de revisión del Concordato, es decir, la libertad de organización, de reunión y de expresión.
15 de marzo 2021, 15:07 GMT
De por sí, la ley italiana no difiere mucho de los actos análogos aprobados en otros países europeos. Incluso llega tarde, si se tiene en cuenta que ya en 2004 el Parlamento Europeo aprobó una resolución que pedía a los países de la UE "que cumplan las obligaciones que les incumben en virtud de la legislación de la UE y de la Recomendación del Consejo de Europa sobre medidas para combatir la discriminación basada en la orientación sexual o la identidad de género".
Preocupaciones de la iglesia
Entonces, ¿porqué para el Vaticano se trata de una amenaza a las libertades?
En primer lugar, el Estado eclesiástico cree que la ley de Zan no da una definición clara al concepto de "discriminación", lo que puede inducir a "equiparar comportamientos muy variados y, por lo tanto, castigar cualquier distinción posible entre hombres y mujeres, con consecuencias que pueden resultar paradójicas y que deben evitarse".
21 de octubre 2020, 16:40 GMT
De la nota verbal también se deduce que el Vaticano está preocupado por el artículo 7 de la ley, el cual establece "el Día nacional contra la homofobia, la lesbofobia, la bifobia y la transfobia" cuando en todas las escuelas tanto estatales, como privadas, incluidas las católicas, han de organizarse ceremonias, encuentros y otras iniciativas de sensibilización contra los prejuicios homotransfóbicos.
No es la primera vez que la Iglesia católica arremete contra la ley de Zan. Hace un año la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) declaró que no era necesaria, dado que en la legislación italiana "ya existen medidas adecuadas para prevenir y reprimir cualquier comportamiento violento o persecutorio", mientras a finales de mayo el presidente de la CEI, Gualtiero Bassetti recalcó que la nueva ley iba a crear una atmósfera de intolerancia.
El Vaticano da marcha atrás
Al parecer, si la Santa Sede recurrió a un instrumento tan insólito como la nota verbal, fue porque se sentía desesperada por lo que percibía como negligencia del Estado italiano hacia sus preocupaciones. Sin embargo, después de las palabras duras de Draghi, el Vaticano se vio obligado a cambiar de tono.
"Estoy completamente de acuerdo con el presidente Draghi en cuanto a la laicidad del Estado y la soberanía del Parlamento italiano", declaró el secretario del Estado vaticano, Pietro Parolin, en una entrevista con Vatican News, precisando que la Santa Sede no había "pedido que se bloquease la ley".
"Nuestra preocupación se refiere a los problemas de interpretación que podrían surgir si se adoptase un texto con contenidos vagos e inciertos, que acabaría por trasladar al poder judicial la tarea de definir lo que es delito y lo que no lo es", acotó Parolin.
Para las autoridades italianas los temores de la Iglesia católica son exagerados. La ley de Zan distingue entre la "propaganda", o sea la "divulgación de opiniones a fin de influir sobre el comportamiento o la psicología de un amplio público", que es lícita, y la "instigación hacia el odio", que constituye "un delito de peligro concreto" y queda prohibido.
Por lo tanto, los sacerdotes podrán seguir expresando su punto de vista sobre la familia y las relaciones homosexuales sin temer de acabar en la cárcel. Basta que no instiguen a los fieles a cometer acciones violentas contra los representantes de LGBT.