"Hacemos justicia con los héroes olvidados", salen a la luz los españoles que tumbaron a Hitler
08:02 GMT 02.05.2021 (actualizado: 23:22 GMT 02.05.2021)
© Foto : Captura de pantalla/Cortesía de Equipo DCaptura de pantalla de la película documental 'Equipo D: Los códigos olvidados'
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Una película saca a la luz a Antonio Camazón, criptógrafo español que posibilitó el descifrado de los códigos secretos con los que se comunicaba el ejército de Hitler. Oculta por temor al franquismo, su figura emerge ahora como héroe de la Segunda Guerra Mundial y como una mente brillante a la que debemos mucho.
"La historia no es muy conocida... Muy poca gente sabe qué pasó realmente.
El motivo, como en España, Polonia o Gran Bretaña, es el secreto. Para atacar sistemas de cifrado tan complejos había que rodearse del mayor secreto posible". Así comienza la película documental recién estrenada en España que viene a saldar una deuda con nuestro pasado.
Equipo D: los códigos olvidados, muestra un conflicto jamás antes contado de la ultracontada Segunda Guerra Mundial. Si creías que sabías de todos los grandes capítulos de esta historia estás muy equivocado.
Hay siete nombres que, hasta ahora, han permanecido bajo secreto. Son los de siete hombres que salvaron la vida de miles de personas y aceleraron el ocaso nazi. Esos hombres que nadie sabe ni nombrar fueron siete españoles que sirvieron en la crema y nata de la inteligencia aliada durante los años más cruentos de la última gran guerra que conoce el mundo: el Equipo D.
© Foto : Captura de pantalla/Cortesía de Equipo DCaptura de pantalla de la película documental 'Equipo D: Los códigos olvidados'
Captura de pantalla de la película documental 'Equipo D: Los códigos olvidados'
© Foto : Captura de pantalla/Cortesía de Equipo D
Faustino Antonio Camazón es el protagonista ausente de esta historia. Lideró el llamado Equipo D, una célula ultrasecreta de siete españoles republicanos que escaparon del franquismo tras la Guerra Civil. Trabajaron integrados en los servicios de inteligencia del ejército francés en colaboración con Inglaterra.
Los españoles de Camazón eran el equipo de criptógrafos que, junto a matemáticos polacos y franceses, coordinados con los británicos del célebre Alan Turing, posibilitaron descifrar la máquina Enigma, un dispositivo revolucionario que dotaba al ejército de Hitler de una superioridad aplastante gracias a sus comunicaciones encriptadas. Pero este equipo consiguió finalmente ganar la guerra de las ondas.
Los polacos son leyendas nacionales, los franceses tienen esculturas y qué decir de los británicos, liderados por Alan Turing, considerado gracias a su trabajo para "romper Enigma" como padre de la informática. Tiene hasta películas de Hollywood... Pero sobre los españoles, sobre Camazón y los suyos, ha pesado una sombra de silencio hasta ahora.
"Cuando empecé a investigar no podía creer que ni siquiera hubiera una breve entrada en Wikipedia sobre este hombre. Nada. Al menos, ahora sabemos que en la tumba anónima en la que yace se va a poner una placa conmemorativa", cuenta a Sputnik Jorge Laplace, director y guionista del documental.
La alargada sombra del franquismo
Antonio Camazón presumía de ser el republicano español al que mejor trataron los franceses durante su exilio. Se jubiló trabajando como criptógrafo para los servicios de inteligencia galos. Antes de eso, había sido un niño vallisoletano espabilado, que muy joven y ávido de aventura fue polizón en un barco para hacer las américas hacia Colombia. Cuando lo retornaron a España estudió y se convirtió en comisario político en la II República, experto en criptografía.
Pero su experiencia para descifrar los mensajes de los militares de Franco era inútil. Los sublevados contaban con un dispositivo único que les mantenía fuera del alcance de la criptografía conocida. Camazón, junto a otros republicanos, acabó en uno de los campos de refugiados de Francia. Allí se las apañó para contactar con el ejército galo para luchar contra la Alemania nazi, incluso cuando Francia fue invadida por el III Reich, jugando al ratón y al gato durante años, oculto en castillos y a medio camino de Argel.
© Foto : Captura de pantalla/Cortesía de Equipo DCaptura de pantalla de la película documental 'Equipo D: Los códigos olvidados'
Captura de pantalla de la película documental 'Equipo D: Los códigos olvidados'
© Foto : Captura de pantalla/Cortesía de Equipo D
"La vida de Camazón es de por sí increíble. Pero cuando trabajas un documento histórico, con archivo en blanco y negro y con tanto contado ya, tienes que buscar la emoción. Y la emoción aquí está en sentir que haces justicia, que rescatas a los héroes olvidados y los pones en el lugar que merecen", reflexiona Laplace.
¿Cómo es posible que no hayamos sabido nada de estos criptógrafos? "Haber estado tanto tiempo descolgados del siglo XX tiene esas consecuencias, hasta hoy las podemos sentir", reflexiona Laplace. Camazón volvió a España solo cuando era jubilado, para vivir en Jaca, a tiro de escapatoria de la Francia democrática. No volvió a España como un héroe contra el horror nazi, sino como alguien anónimo que nunca contó a qué se dedicaba.
Una extraña colección de libros viejos
"Siempre pensamos que aquella colección sería de algún diplomático", cuenta al teléfono otra de las voces del documental, la doctora en Matemáticas de la Universidad de Zaragoza, Paz Jiménez.
En 1984, Guillermo Redondo, un profesor de Historia Contemporánea de la Universidad zaragozana convenció al rector para hacerse con una insólita colección con la que había dado en una vieja librería. Más de 800 libros sobre lingüística de todos los idiomas del mundo, Del acadio al zulú, pasando por lenguas extintas y vivas de todo el planeta. "Nadie sabía de dónde procedía aquella colección. Sí que había una firma en algunas páginas en la que se podía leer 'Camazón', pero eso no nos decía nada".
Fue gracias al trabajo académico cuando ese nombre en la solapa de los libros del extraño coleccionista apareció. "Oímos hablar de Camazón en un congreso de criptografía", todo cuadró. Con el tiempo, a medida que se han descatalogado los archivos secretos en Francia, hemos sabido más sobre los siete españoles que descifraron Enigma. El misterioso coleccionista de libros sobre lingüística no era otro que Antonio Camazón.
"Esos libros han sido durante mucho tiempo todo lo que se conservaba de él", lamenta Paz Jiménez. "Imagino el miedo y el silencio con el que vivieron el resto de su vida. Fueron los primeros en saber de la existencia de los campos de concentración donde se exterminaba sistemáticamente". El miedo no terminó con el fin de Hitler, en la tierra patria seguían teniendo la omnipresente amenaza del franquismo. "No es solo la falta de reconocimiento, es que vivieron escondidos siempre".
© Foto : Captura de pantalla/Cortesía de Equipo DCaptura de pantalla de la película documental 'Equipo D: Los códigos olvidados'
Captura de pantalla de la película documental 'Equipo D: Los códigos olvidados'
© Foto : Captura de pantalla/Cortesía de Equipo D
Fuimos élite
"Francia contrató a estos españoles porque no había nadie que pudiera hacer lo que ellos hacían en su materia", explica Paz Jiménez, que ha estudiado la evolución de la partida para descifrar los códigos secretos durante la Segunda Guerra Mundial.
Paz Jiménez y el profesor Manuel Vázquez revelan la importancia de esta carrera de inteligencia por romper Enigma. La máquina de los nazis fue un punto de inflexión en la historia de las comunicaciones y el espionaje. Los lingüistas fueron por primera vez sustituidos por matemáticos.
"Fue un cambio de paradigma total, de hecho Enigma es la gran causante del nacimiento de la computación. Los procedimientos de cifrado dejaron de ser lingüísticos para abrir la puerta a procesos matemático–informáticos".
Otro gran hallazgo de la humanidad que debemos agradecer al miedo a la derrota y el exterminio de las grandes contiendas militares, y unos españoles tuvieron un papel protagonista. "Trabajo con multitud de historias similares y es casi un género que podríamos llamar 'españoles por el mundo haciendo cosas de listos', a todo el mundo le sorprende que unos exiliados fueran protagonistas en esta carrera de las inteligencias", cuenta Laplace; "tenemos tan asumido el oscurantismo cultural de la dictadura que nos siguen sorprendiendo estos personajes".
Lamentablemente, servir como una de las mentes más brillantes de Europa para el fin de la guerra no le ha valido nada hasta ahora a Antonio Camazón y su equipo del que, solo tras este documental, se ha sabido más. La casualidad quiso que uno de sus familiares españoles con los que convivió en su anónima vejez lo identificara en una foto, "¡pero si ese es mi tío!",se dijo sorprendido al descubrir que un familiar suyo ayudó a derribar a Hitler. Siempre queda mucha historia que contar y que descifrar.