Turista francés despierta conciencia ambiental en Bolivia
20:30 GMT 07.04.2021 (actualizado: 08:43 GMT 23.04.2021)
© Foto : Pixabay/Andrew MartinContaminación con plásticos
© Foto : Pixabay/Andrew Martin
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LA PAZ (Sputnik) — Un joven francés llegó a Bolivia como turista por unos días y se quedó semanas… recogiendo basura.
Alexis Dessard dice que no soportó ver algunas atracciones turísticas y ambientales del país convertidas en botaderos de desechos y simplemente se puso manos a la obra, liderando campañas de limpieza sin precedentes por la gran participación social.
El francés, que movilizó en marzo a centenares de personas en el pueblo de Uyuni para retirar toneladas de basura, principalmente plásticos, del cementerio de trenes levantado muy cerca del famoso gran salar altiplánico, encabezaba esta semana una titánica labor de limpieza del lago Uru Uru, próximo a la ciudad minera de Oruro, a unos 240 kilómetros al sur de La Paz.
"Es increíble que tenga que venir un extranjero a sacudirnos un poco y hacernos reaccionar ante el problema de la basura, lo digo con un poco de vergüenza pero también con entusiasmo", dijo a Sputnik Serapio Guzmán, uno de decenas de voluntarios que se sumaron a la limpieza.
Dessard "es ahora uno de los nuestros, nos muestra un camino, alguien tenía que hacerlo", agregó por teléfono desde el Uru Uru, lago de unos 220 kilómetros cuadrados a casi 3.700 metros sobre el nivel del mar, cubierto en gran parte por un "mar de desechos de plástico", según denuncias de las últimas semanas en los medios.
De Uyuni al lago
Las denuncias del desastre del Uru Uru, lago alimentado por el río Desaguadero que conecta a los lagos mayores del país, Titicaca y Poopó, coincidieron con la presencia de Dessard más al sur, en Uyuni, donde según su propio relato en las redes convirtió su visita turística en una misión ambiental.
"No tenía intención de hacer esto, pero me siento muy a gusto porque he encontrado mucha gente dispuesta a colaborar con entusiasmo en una tarea de beneficio para todos", dijo Dessard, en fluido español, al iniciar la recogida de basura del Uru Uru, según reportó radio Pío XII de Oruro.
En Uyuni, y luego de convencer con no pocas dificultades a grupos sociales y autoridades civiles y militares, el turista encabezó la semana pasada la limpieza del cementerio de trenes de más de diez hectáreas, levantado a campo abierto en pleno altiplano.
Varias décadas de explotación turística descontrolada habían convertido al depósito de maquinarias de los siglos XIX y XX en una suerte de botadero, culpa tanto de visitantes desprolijos como de autoridades que nunca instalaron suficientes servicios sanitarios y de recogida de basura, según diarios bolivianos.
Dessard logró su objetivo de ver a los viejos trenes libres de desperdicios y no terminaban las celebraciones en Uyuni cuando reveló que había sido contactado por activistas y autoridades de Oruro que querían su apoyo para limpiar el Uru Uru.
"Amigos bolivianos, misión cumplida. Juntos limpiamos Uyuni, unidos nada es imposible. Ahora nos toca limpiar el lago Uru Uru en el departamento de Oruro. Les invito a todos los bolivianos a que juntos, (como) una gran nación, devolvamos la vida a este lago", convocó la semana pasada Dessard, convertido activista ecológico, en un video en sus redes sociales.
Resonancia
Las denuncias ecologistas del desastre del Uru Uru y la insólita campaña de Dessard en Uyuni resonaron en los últimos días en los medios, despertando la atención de políticos, autoridades y voluntarios para el inicio, el miércoles 7, de la limpieza del lago suburbano orureño.
Llegado el día, el francés se puso en primera línea e ingresó a un sector del lago lleno de restos de botellas y otros objetos de plástico, además de diversos escombros y hasta restos de animales en medio de un barro nauseabundo, según testigos.
"Dessard se puso a retirar basura e inmundicias como uno más, pero era claro que su presencia destacaba como ánimo para todos los que acudimos", dijo Guzmán.
Indicó que en la jornada de limpieza participaron unos 500 policías, encabezados por el comandante regional, además de un número indeterminado de militares que llevaron camiones para llevar los desechos a un relleno sanitario.
También llegaron una vicepresidenta del Senado, Lindaura Rasguido, y el recién electo nuevo alcalde de Oruro, Adhemar Willcarani, quien dijo que la "descontaminación" del lago sería una de sus tareas prioritarias luego de que asuma el cargo a principios de mayo.
"Queremos que Oruro vuelva a ser la ciudad más limpia de Bolivia", dijo Wilcarani a radio Pío XII, explicando que el lago sufría tanto por la basura como por la contaminación generada en actividades mineras cercanas y, en menor grado, por la llegada de aguas servidas.
"Este lago era un gran proveedor de pejerrey y otros pescados al mercado orureño, queremos que eso vuelva", añadió Wilcarani, prometiendo desarrollar una política permanente de protección ambiental.
Para el voluntario Guzmán, Dessard "despertó con acción directa más que con palabras una conciencia colectiva" de solidaridad y respeto a la salud y al medio ambiente.
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