Rusia está abierta a dialogar con nuevo Gobierno de EEUU sobre extensión del tratado START
00:53 GMT 21.01.2021 (actualizado: 14:36 GMT 03.06.2024)
© Sputnik / Maxim Blinov
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WASHINGTON (Sputnik) — Rusia está abierta a un diálogo sustantivo con Estados Unidos sobre la extensión del Nuevo START (Tratado de Reducción de Armas Estratégicas) y cree que aún es posible que se prolongue, dijo a Sputnik el embajador de ese país en Washington, Anatoli Antónov.
"Rusia está abierta a un diálogo sustantivo sobre el Nuevo START. Todavía hay posibilidades de llegar a este acuerdo antes de que expire el tratado el 5 de febrero de 2021. La pelota está en la cancha de Washington, estamos esperando propuestas constructivas", dijo Antónov.
El martes 19, el candidato a secretario de Estado (canciller) de EEUU, Antony Blinken, dijo que la Administración de Joe Biden comenzará a trabajar "muy rápidamente" con Rusia para prolongar ese acuerdo nuclear.
El nuevo START actualmente es el único acuerdo que vincula a ambos países después de que Washington rompiera definitivamente el 2 de agosto de 2019 el Tratado INF de misiles de medio y corto alcance.
El acuerdo START, suscrito en 2010, limita los arsenales de las dos potencias a un máximo de 700 misiles desplegados, 1.550 ojivas nucleares y 800 vehículos correspondientes, desplegados y en reserva.
Sin una extensión, el pacto, que entró en vigor en 2011 por un periodo de diez años y prorrogable por cinco años, expirará en febrero próximo.
Antónov también dijo que Rusia espera que la nueva administración de EEUU analice la propuesta de Moscú de realizar un foro entre los cinco países que integran de forma permanente el Consejo de Seguridad de la ONU.
"Esperamos que la nueva administración (de EEUU) analice detenidamente la idea de Rusia tener un encuentro de los cinco países del Consejo de Seguridad, que se organizaría tan pronto como la situación del coronavirus lo permita", dijo el diplomático a esta agencia.
Siria
Rusia está dispuesta a normalizar la cooperación con la Administración del nuevo presidente estadounidense, Joe Biden, en Siria, declaró Antónov.
"Sería útil definir los sectores en los que EEUU y Rusia podrían normalizar la cooperación, por ejemplo, la ayuda humanitaria, la recuperación posconflicto, el desminado, la ayuda en el retorno de refugiados y desplazados y la lucha contra el terrorismo", dijo Antónov al subrayar que "estamos dispuestos a tal colaboración por supuesto a condición de que se respete la soberanía de Siria".
El embajador añadió que Rusia parte de que los militares de los dos países presentes en Siria mantendrán sus contactos regulares para evitar incidentes.
Los diplomáticos rusos tienen la intención de normalizar los contactos con la Casa Blanca, declaró Anatoli Antónov.
"Tenemos la intención de normalizar el diálogo regular con los colegas estadounidenses en la Casa Blanca", dijo Antónov.
En diciembre de 2016, poco antes de que el expresidente Barack Obama abandonara la Casa Blanca, su Gobierno expulsó a 35 diplomáticos rusos y ordenó el cierre de dos mansiones diplomáticas en Centreville, Maryland y Oyster Bay, Nueva York, en respuesta a la supuesta interferencia de Moscú en las elecciones presidenciales estadounidenses, lo que Rusia ha negado en reiteradas ocasiones.
En 2017, la nueva administración de Donald Trump cerró el Consulado General ruso en San Francisco y misiones comerciales en la ciudad de Nueva York y en Washington, como respuesta a la decisión de Moscú de reducir la cantidad de personal diplomático estadounidense en Rusia.
En marzo de 2018, EEUU cerró asimismo el Consulado de Rusia en Seattle ante acusaciones de que Moscú estaba involucrado en el envenenamiento del ex doble agente ruso Serguéi Skripal en el Reino Unido. Personal del Departamento de Estado ingresó a la residencia del cónsul ruso tras romper las cerraduras.
Rusia ha advertido que las acciones de EEUU violan el Convenio de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y Consulares así como otros aspectos del derecho internacional.
El embajador ruso en EEUU opinó en una entrevista con Sputnik que la contención será la idea transversal de la política estadounidense con respecto a Rusia durante el gobierno de Joe Biden.
El diplomático reconoció que en Moscú "no hay demasiadas esperanzas" a este respecto.
"Si se produce algún cambio en relación con Rusia, será más bien de matices, no de contenido. La contención sistemática de Rusia sigue siendo el principio y el fin de la política estadounidense", señaló Antónov.
19 de enero 2021, 15:56 GMT
El embajador rehusó comentar las nominaciones clave que Biden anunció para el Departamento de Estado.
"No compete a nosotros evaluar las candidaturas para el equipo de política exterior de Joe Biden. Partimos de que el presidente de EEUU, como cualquier jefe, escoge a los profesionales que gozan de su confianza", dijo el embajador ruso.
Antónov sugirió "darle tiempo al nuevo equipo para que defina las prioridades de su política exterior y los enfoques a cuestiones concretas, juzgar su política internacional por los hechos más que por la retórica electoral".
Encuentro entre Putin y Biden
El embajador de Rusia en Estados Unidos dijo que es pronto aún para aventurar las fechas de un encuentro entre los presidentes Vladímir Putin y Joe Biden y otras reuniones bilaterales de alto nivel.
"En las condiciones de la pandemia es difícil hablar sobre las perspectivas de reanudación de eventos presenciales, particularmente los del máximo nivel […] El calendario de los contactos políticos se confeccionará a medida que se vaya normalizando la situación epidemiológica, se vayan llenando de contenido esas reuniones y se presenten las oportunidades de comunicación en los márgenes de eventos multilaterales", señaló Antónov.
El diplomático añadió que estos planes deberían en todo caso discutirse y acordarse con la nueva administración de EEUU.
Antonóv reiteró la disposición de Moscú para organizar una reunión bilateral al nivel de titulares de Exteriores y Defensa.
"En cuanto al formato 2+2, hemos propuesto en más de una ocasión a los estadounidenses retomarlo, sin una respuesta positiva hasta la fecha. Esa iniciativa permanece sobre la mesa", dijo.
17 de enero 2021, 15:29 GMT
El embajador también expresó la esperanza de que la situación epidemiológica permita a las dos partes reanudar las consultas sobre la lucha antiterrorista.
En 2018 ese diálogo se sostuvo al nivel de vicetitulares de Exteriores y en 2019 se celebraron dos reuniones al nivel de de expertos. La propuesta rusa era reanudar las consultas a fines de enero de 2020 y, en principio, EEUU no ponía objeciones a ello, pero finalmente no hubo contactos sobre la lucha antiterrorista el pasado año.
"Esperamos que la mejora de la situación sanitaria y epidemiológica permita restablecer este canal del diálogo", dijo el diplomático ruso.
Los acuerdos de Minsk
Ademas, Antónov declaró que Rusia espera que la Administración Biden se esfuerce para convencer a Ucrania de que cumpla los acuerdos de Minsk.
"Lo mejor que puede hacer la Administración entrante respecto a Ucrania es convencer al equipo de [presidente ucraniano] Volodímir Zelenski de que finalmente proceda a la implementación práctica de los acuerdos de Minsk", dijo Antónov.
El embajador recordó que en los últimos años Kiev ha estado abogando por modificar o poner fin, por "obsoletos", a esos acuerdos que deben garantizar la paz en la zona del conflicto en Donbás.
"Los acuerdos de Minsk se firmaron durante la Administración de Barack Obama (...) Joe Biden, entonces vicepresidente, no expresó ninguna objeción al respecto. Esperamos que ahora el jefe de Estado mantenga esa actitud positiva", indicó.
Desde abril de 2014, Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en el este de su territorio —Donbás— donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia, cuyo resultado la Organización de Naciones Unidas (ONU) estima en unos 13.000 muertos.