Sigue el dialogo
"Es tarde, pero el acuerdo todavía es posible y seguiré dialogando hasta que quede claro que no lo es", expresó ambivalente el negociador jefe del Gobierno británico, David Frost. Las conversaciones cara a cara con su homólogo en la UE, Michel Barnier, están previstas de reanudarse para este fin de semana en Londres.
Los contactos presenciales se interrumpieron la semana anterior cuando el equipo comunitario entró en cuarentena debido al riesgo de contagio de COVID-19 entre sus más veteranos integrantes. Se reunirán de nuevo bajo el mismo techo para abordar cuestiones que llevan, aparentemente inamovibles, más de seis meses sobre la mesa.
Pesca, gobernanza y competencia leal despuntan entre los escollos en la negociación. Han encallado entre las líneas rojas de ambos bandos: el reconocimiento de la soberanía nacional británica, por un lado, y la protección de la integridad de mercado único, por el otro.
Soberanía británica
"Para que el acuerdo sea posible debe respetar la soberanía del Reino Unido", aclaró Frost en su cuenta de Twitter. El representante del primer ministro Boris Johnson resaltó además el significado práctico de su reclamación soberana: "Incluye controlar nuestras fronteras, decidir por nosotros mismos un sistema robusto y honesto de control de los subsidios, controlar nuestros caladeros de pesca".
3/4 But for a deal to be possible it must fully respect UK sovereignty.
— David Frost (@DavidGHFrost) November 27, 2020
That is not just a word - it has practical consequences. That includes: controlling our borders; deciding ourselves on a robust and principled subsidy control system; and controlling our fishing waters.
A su vez, los veintisiete miembros de la UE mantienen un frente unido desde que el 52% del electorado británico se pronunció en favor del Brexit en el referéndum de 2016. Y respaldan a la Comisión Europea en la defensa de los principios y las normas del mercado común. "Estamos dispuestos a ser creativos, pero no estamos preparados a cuestionar la integridad del mercado único, principal salvaguarda de la riqueza y prosperidad europeas", declaró esta semana la presidenta del ejecutivo, Ursula van der Leyen.
Fuera del bloque
No se descarta un contacto telefónico entre Van der Leyen y Johnson en los próximos días. Por lo pronto, la exministra alemana, que estudió económicas en Londres, observó que la retirada de la UE tendrá consecuencias para el Reino Unido, haya o no haya acuerdo. "Habrá una clara diferencia entre ser miembro de la Unión a ser un socio apreciado", advirtió en una intervención ante el Parlamento europeo
El trabajo técnico está muy avanzado, con el borrador legal del tratado prácticamente cerrado. Los periodistas especializados sugieren que se ha consensuado entre el 90% y el 95% del potencial acuerdo. Según Tony Connelly, corresponsal en Bruselas de la televisión irlandesa RTE y autor del libro Brexit & Irlanda, aún quedan muchas secciones del documento marcadas entre corchetes.
Prórroga administrativa
La UE tiene experiencia en cerrar acuerdos en el último instante posible. Pero la negociación de la relación comercial en el pos-Brexit ha superado ultimatos y plazos impuestos semioficialmente por ambas partes. El primer ministro británico ha rechazado extender el periodo de transición más allá del 1 de enero y el tiempo presiona.
La ratificación del tratado del pos-Brexit es un proceso largo y, todavía, impreciso. El borrador, de aprobarse provisionalmente, ha de ser revisado minuciosamente a nivel legal y el texto original se debería traducir a los 23 idiomas oficiales de la UE. Además del aprobado de cada jefe de Estado o gobierno se requiere la luz verde del Parlamento europeo. La Eurocámara tiene previsto un pleno para el 14 de diciembre y no se descarta convocar una sesión extraordinaria para el 28 de diciembre. La tensión e incertidumbre están garantizadas hasta el nuevo año.