Arabia Saudí y Rusia están compitiendo por el derecho a ser considerados el principal proveedor de petróleo de China en 2020, informó la agencia Reuters. Así, en el periodo entre enero y noviembre, Rusia suministró unos 1,7 millones de barriles diarios a China y entre 1,6 y 1,7 millones de barriles al día a Arabia Saudí. El tercer puesto lo ocupa Irak con 1,2 millones de barriles. Otros suministradores importantes de crudo al país asiático son Brasil y EEUU.
Con un nivel de competencia tan alto y una demanda tan baja, las condiciones las dicta el comprador, observó Artiom Túzov, director ejecutivo del departamento de mercado de capitales de Univer Capital.
"El país que ofrezca los precios más favorables, será líder del mercado. El aumento del volumen de los suministros de petróleo desde Arabia Saudí en noviembre se debe al hecho de que Aramco Saudita bajó drásticamente los precios para los compradores asiáticos. Si Rosneft puede proporcionar a China precios igual de interesantes, Rusia tiene la oportunidad de mantener su posición líder en el mercado chino", dijo Túzov a Sputnik.
Sin embargo, Arabia Saudí tiene más potencial para aumentar las exportaciones que otros países, opinó, a su vez, Dmitri Marínchenko, director superior del grupo de recursos naturales y productos básicos de Fitch.
China, a su vez, según el analista, "tratará de mantener un equilibrio entre los proveedores por razones de seguridad energética".
El mercado de petróleo de China es uno de los más grandes del mundo, y el consumo del crudo en el gigante asiático crece a un ritmo más rápido que el promedio mundial. El país aumentó en un 10,6% sus importaciones de petróleo en 2020 y podría eclipsar pronto a EEUU como la mayor refinería del mundo. Rusia fue líder en el suministro de petróleo a China durante tres años —de 2016 a 2018—, luego, en 2019, el primer lugar lo ocupó Arabia Saudí.
