"Recibimos unos mensajes alarmantes sobre las continuas detenciones de civiles, incluidos trabajadores humanitarios, en Idlib, en el noroeste de Siria, en las zonas controladas por Hayat Tahrir al Sham y otros grupos armados", dijo.
Shamdasani señaló que la ONU también recibe informes sobre "ejecuciones realizadas después de las detenciones y los llamados procesos judiciales que llevan a cabo las autoridades de facto".
Shamdasani agregó que la ONU también dispone de una información según la cual varias personas ya fueron ejecutadas a manos de Hayat Tahrir al Sham por su afilación a un bando rival, como los grupos armados kurdos o el Gobierno sirio, así como por acusaciones de blasfemia, adulterio, robo u homicidio.
"La legislación humanitaria internacional prohíbe dictar sentencias y realizar ejecuciones sin una decisión judicial previa con todas las garantías jurídicas necesarias. Conforme al derecho internacional, las ejecuciones que se realizan en violación de esta prohibición pueden equivaler a crímenes de guerra", subrayó.
La portavoz de la Acnudh denunció que "los grupos armados continúan imponiendo unas normas y códigos de comportamiento que violan de manera fundamental una serie de derechos humanos protegidos por la legislación internacional, como el derecho a la vida, la libertad, a la seguridad personal, así como las libertades de movimiento, de expresión, reuniones pacíficas y asociaciones".
La situación en Idlib se agravó a finales de febrero pasado, cuando Hayat Tahrir al Sham lanzó una serie de ataques masivos, a los que el Ejército sirio respondió con un bombardeo aéreo.
En esta gobernación también se encuentran puestos de observación del Ejército turco.
A tenor con lo acordado el pasado 5 de marzo en Moscú entre los presidentes de Rusia y Turquía, Vladímir Putin y Recep Tayyip Erdogan, los militares de ambos países efectúan patrullaje conjunto en Idlib.
*proscrito en Rusia