"Expertos en derechos humanos de la ONU dijeron hoy que están profundamente preocupados por el aumento de las informaciones sobre detenciones masivas, intimidación y tortura [en Bielorrusia] y pidieron a las autoridades que realicen una investigación inmediata, independiente e imparcial sobre el uso excesivo de la fuerza y las represalias ilegales en las protestas pacíficas", dice el comunicado publicado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Según la información que tienen los relatores especiales, el pasado 15 de noviembre al menos 1.200 manifestantes pacíficos resultaron detenidos en Bielorrusia, mientras en Minsk las fuerzas de seguridad bielorrusas usaron granadas paralizantes y gases lacrimógenos para suprimir a los manifestantes.
"Estas violaciones van acompañadas de impunidad, derivada de la falta de voluntad de las autoridades para realizar investigaciones penales adecuadas con respecto a las denuncias de tortura, mientras que varios abogados afirman que se les ha negado el pleno acceso a sus clientes", señala la nota.
Los relatores especiales instaron a las autoridades de Bielorrusia a garantizar que todos los manifestantes pacíficos, miembros de la sociedad civil y periodistas detenidos por ejercer legítimamente sus derechos humanos sean inmediatamente liberados y que "se les permita impugnar los cargos que se les imputan".
En Bielorrusia continúan las protestas desde los comicios presidenciales que otorgaron el sexto mandato a Alexandr Lukashenko, en el poder desde 1994.
Según el recuento oficial, Lukashenko obtuvo el 80,1% de los votos, seguido de la opositora Svetlana Tijanóvskaya, con el 10,12%.
La oposición bielorrusa denunció numerosas irregularidades electorales y exige una repetición de los comicios, opción que Lukashenko descartó.