La crisis política peruana colocó, tras la destitución del presidente Martín Vizcarra y la renuncia de su sucesor Manuel Merino, en la Presidencia interina a Francisco Sagasti, un ingeniero industrial que es congresista recién desde enero de 2020 y que pertenece al Partido Morado, una fuerza política con menos de cuatro años de existencia.
"El Partido Morado es un partido de centro. Precisamente se llama morado porque si mezclas el rojo y el azul, los colores de la izquierda y la derecha, se obtiene el morado", explicó a Sputnik el politólogo peruano Jorge Morel. La explicación de la combinación de colores había sido utilizada en 2017 por el propio fundador del partido, Julio Guzmán, cuando introdujo públicamente a su nueva colectividad política.
Morel caracterizó a este partido como una formación política de centro pero "más liberal", además de ser "muy limeño", ya que tanto sus dirigentes como votantes se encuentran mucho más en los distritos de Lima que en las regiones de Perú.
Fundado en 2017, luego de que el Jurado Nacional de Electores invalidara la candidatura presidencial de Guzmán como independiente, el Partido Morado tuvo su primera experiencia electoral en las legislativas extraordinarias de enero de 2020. Allí logró captar más de un millón de votos y, con un 7% de los votos que lo ubicaron como el quinto partido más votado, logró hacerse de nueve escaños en el Congreso.
Sagasti era uno de los nueve congresistas de la bancada morada y, lejos de imaginarse tomando la primera magistratura de Perú, tenía previsto figurar como segundo vicepresidente en la plancha que encabezaría Guzmán a la Presidencia en los comicios de 2021.
Según Morel, Sagasti puede ser definido como un político "con un perfil muy profesional, con esta figura muy de centro que eventualmente puede agrupar a distintos sectores".
¿Llega la tranquilidad?
Consultado sobre qué puede suceder en las próximas semanas, Morel enfatizó que el sistema político peruano es verdaderamente "impredecible", especialmente porque "ha quedado clarísimo que no hay una clase política madura que vaya a decir 'paremos con esto'".
En ese sentido, recordó que, al llegar a la Presidencia interina como titular del Congreso, Sagasti podría ser destituido con mayoría simple del Congreso, es decir, de forma más sencilla que Vizcarra.
Sin embargo, para Morel no hay dudas de que "las protestas han asustado mucho a una clase política que en general vive en otro plano". La magnitud de las protestas, entonces, podría garantizarle a Sagasti "que va a poder mantenerse tranquilo las próximas semanas".
Según Morel, el Partido Morado buscará evitar un enfrentamiento con el Congreso construyendo en torno a Sagasti "la idea de que es un político que trasciende las divisiones". Ese movimiento también llevará, consideró el analista, a que los morados busquen separarse más de la figura de Vizcarra, cuya popularidad récord puede comenzar a decaer, de cara a unas elecciones de 2021 en las que buscarán colocar a su líder Julio Guzmán como favorito.