En total 35 organizaciones de 21 países se reunieron para denunciar el aumento de los casos de feminicidios y agresiones sexuales a la mujer por su condición de género en medio de la cuarentena mundial. Las medidas de aislamiento pueden detener la propagación del COVID-19, pero no la violencia naturalizada en el hogar. Captores y víctimas de la violencia conviven sin escape posible desde comienzos de 2020.
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— MUNDOSUR (@MundoSur) November 18, 2020
⚠ Ya registramos según nuestras fuentes territoriales 1454 feminicidios en 13 países de América Latina y el Caribe. 95 de esos casos fueron registrados en los últimos 14 días. pic.twitter.com/m2zyY6Pj6I
La mujer más violentada es la mujer campesina, pues la incidencia del feminicidio y la agresión es mayor en comunidades rurales y apartadas. Las organizaciones denuncian los feminicidios y también los travesticidios, pues crecen los crímenes de odio a la comunidad LGBTQI.
Agresiones sexuales, violencia intrafamiliar, desapariciones forzadas, trata de personas y la criminalización del aborto son una realidad cada día más amenazante en tanto los gobiernos de América Latina y el Caribe carecen de políticas claras para atender esta emergencia.
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"Los datos para el desarrollo, como son los correspondientes a las violencias de género, son bienes públicos y deberían estar disponibles para la ciudadanía en formatos abiertos". Así recuerda el Segundo Informe Mapa Latinoamericano de Feminicidios, En contextos de pandemia, presentado por la organización Mundo Sur. Este informe destaca que los Estados de la región presentan datos parciales, desactualizados e inconsistentes, o incluso no presenta ningún tipo de información oficial. Venezuela, por ejemplo, no publica ningún dato desde 2016.
Mariana Avilés, de Las Ñañas de Bolivia, lamenta no tener datos sólidos. "Para el 2011 y 2012, se ejecutaron 30 asesinatos en miembros de la comunidad LGBTI en Bolivia, pero no hay cifras específicas que pueden ayudarnos a dilucidar esta situación".
"La ausencia de datos con perspectiva de género invisibiliza la totalidad de crímenes contra las mujeres", dijo Sahili Franco Cipriano, de Venezuela. "Quiénes eran estas mujeres, cuántos años tenían, cómo el feminicidio afectó a la familia. Cuando empezamos a dibujar con esos datos, vemos el cómo la violencia de género tiene una influencia grave en la sociedad e imposibilita su desarrollo".
Paola Maldonado, de Ecuador, dijo que justamente iniciaron la recopilación de estos datos para disputar las cifras oficiales. "En el sentido de reivindicar, generar memoria, están presentes la vida de todas estas mujeres, de sus familias, de sus hijos. No queremos que siga pasando. Y eso nos obliga a apropiarnos de la información".
"Cuando miramos estos mapas yo sé que la zona donde vivo es una de las zonas más peligrosas, tengo hijas, amigas, sobrinas, sé que necesito organizarme con otras mujeres para crear estas redes de defensa sobre nuestras vidas y por otro lado para generar incidencia, colocar el tema en el debate y exigir que se vayan implementando medidas para la erradicación de la violencia", dijo.
"No son solo números, son vidas"
Mariana Avilés, de Las Ñañas de Bolivia, llamó la atención sobre las cifras que muchas veces nos insensibilizan ante la realidad. "No son sólo números, son vidas".
En Colombia, de los 508 feminicidios ejecutados en 2020, resaltan 16 transfeminicidios y 28 feminicidios a mujeres migrantes venezolanas. Estefanía Rivera, de la Red Feminista Antimilitarista, resaltó que "el 52% de los feminicidios en Colombia son cometidos por hombres en armas".
En Argentina cada 32 horas se comete un feminicidio, en Venezuela cada 33 horas y en Ecuador cada 72 horas. En República Dominicana se registra un abuso infantil cada día y el 41% de las dominicanas manifiestan haber sido violentadas al menos una vez en su vida.
María Claudia Rossell, del movimiento continental Planeta ELLA, recordó que noviembre es el mes de la lucha contra la violencia de género y alentó a hablar de este flagelo. "La situación es alarmante, es terrible, no tenemos más tiempo, ya no aguantamos más, nos están matando, están matando a nuestras hermanas, y necesitamos todas las voluntades posibles para detener esto".
Violencias + desapariciones
Durante la pandemia, en lo que va de año 2020, en 12 países de América Latina se contaron más de 80.000 actos de violencia sexual y violencia intrafamiliar y 24.710 mujeres han sido reportadas como desaparecidas.
Las redes criminales tras la trata de personas son una de las causas de las desapariciones. El bloqueo y la crisis económica exacerbaron la movilidad de las venezolanas hacia otros países. Entre enero y julio de 2020, 223 venezolanas sobrevivieron a este flagelo. Aimé Zambrano, de las organizaciones Tinta Violeta y la Quinta Ola, pidió apoyo, "nos urge que las compañeras del Abya Yala se sensibilicen en la contención de las hermanas venezolanas en el exterior", expresó.
Mujeres criminalizadas
El aborto, ilegal en América Latina a excepción de Uruguay y de algunos estados de México, es penalizado en Nicaragua, El Salvador, Honduras y Haití.
Uruguay legalizó la interrupción del embarazo, y con esta medida redujo a la mitad los embarazos adolescentes en el país.
Lissett Alas, de Agrupación Ciudadana por la despenalización del aborto, informó que entre enero y septiembre del 2020 se reportaron en El Salvador 379 embarazos en niñas de 10 a 14 años y 9.709 en adolescentes de entre 15 y 19 años. "Las mujeres no tienen opciones, incluso cuando la mayor parte de los casos son producto de violaciones".
Una historia de violencia: Manuela
Manuela era una mujer salvadoreña, campesina, que no sabía leer ni escribir y cuyo esposo había emigrado a los Estados Unidos y con el cual ya no tenía contacto. En 2008, tenía una nueva relación de pareja, estaba embarazada. Lavando, tuvo una caída, un día después sintió un fuerte dolor abdominal, había sufrido una emergencia obstétrica.
En prisión, Manuela falleció en abril del 2010 de cáncer linfático. Durante sus últimos días estuvo en el hospital esposada. "Como Manuela hay muchas mujeres que sufren a causa de la extrema prohibición de aborto en El Salvador. Este es el contexto duro de nuestro país", expresó Alas.