Si el candidato demócrata a la presidencia de EEUU, Joe Biden, termina ganando las elecciones, debería esforzarse para desarrollar "una relación constructiva" con China después de "un viaje bastante tumultuoso" durante los últimos cuatro años, afirmó el primer ministro de Singapur, Lee Kuan Yew, en una entrevista con Bloomberg.
Sin embargo, el político reconoció que el consenso de que China representa una amenaza estratégica casi está generalmente aceptado en EEUU. "Por lo tanto, para cualquier administración, ya sea de Biden o de Trump, será muy difícil ignorar esto y actuar como si no hubieran sucedido estos últimos años", afirmó Lee.
De lo contrario, surgirá una crisis que puede convertirse en un conflicto militar, advirtió el diplomático en una entrevista con Bloomberg. Por lo tanto, ambas partes deben ponerse de acuerdo para que en caso de cualquier problema que tengan no recurran al enfrentamiento armado, opina el político de 97 años.
Kissinger también expresó la esperanza de que la amenaza común de una pandemia abra el camino a las discusiones políticas entre los dos países.
Dos escenarios para un reinicio de las relaciones
Mientras tanto, existen dos opciones para restablecer los lazos constructivos entre China y EEUU, asegura Alexéi Maslov, director del Instituto del Lejano Oriente de la Academia de las Ciencias de Rusia.
"La primera opción es blanda. Se trata de un retorno a las negociaciones de la segunda fase del acuerdo comercial. Se trata de una disminución paulatina de la presión, la eliminación de las tesis más agudas y duras. Por ejemplo, la crítica a la ideología china, que, sobre todo, vino de la Administración Trump", afirma Maslov, detallando que se trata de "un regreso a la interacción, pero manteniendo ciertas medidas restrictivas y presión posicional sobre China".
La segunda opción, de acuerdo con el experto, es un reinicio rápido, en el que EEUU, por ejemplo, reduzca notablemente los aranceles, incluso en comparación con los que estaban antes de Trump.
"El mercado estadounidense se abre de par en par para los productos chinos, es decir, hay un aumento incluso en relación con el 2017, el último año que fue positivo en el comercio y en las relaciones entre EEUU y China", explica Maslov.
Amenaza a la influencia estadounidense
Al mismo tiempo, el experto admite que EEUU posiblemente no querrá perder su posición e intentará mantener la presión sobre China.
"En primer lugar, es obvio que China ha dado recientemente varios pasos muy fuertes. Sobre todo, la creación del Acuerdo de Asociación Integral Regional (RCEP), que incluye a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) e incluso a los aliados de EEUU — Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda. Es decir, China ha fortalecido sus posiciones comerciales", opina el especialista.
"Por lo tanto, es poco probable que EEUU elimine toda su influencia sobre China", señala Maslov, agregando que "ahora para todos los países, en primer lugar para EEUU, es importante dar un paso atrás de la línea roja".
El especialista opina que la monstruosa acumulación de armas en el este de Asia y "el notable fortalecimiento de los aliados de EEUU a expensas de las armas estadounidenses", podría llevar a que "incluso un pequeño enfrentamiento pueda convertirse en un conflicto local".
Biden no está preparado
Mientras tanto, Biden aún no está preparado para abandonar el enfrentamiento con China, teniendo en cuenta su declaración en una conferencia de prensa el 16 de noviembre en Wilmington. El candidato presidencial aseguró que necesitaba negociar con los aliados para establecer reglas comerciales globales para contrarrestar la creciente influencia de China. Sin embargo, EEUU tampoco está preparado para realizar sus planes de contención, opina Maslov.
"En este caso, la competencia generalmente puede beneficiar a todos los países en términos de intercambio", señala Maslov, destacando que en esta asociación China pudo ofrecer a muchos países una fuerte disminución de los impuestos y aranceles, que a su vez llevaría a una reactivación del comercio mundial durante el período más difícil posterior a la pandemia. "Aquí EEUU acaba de perder el ritmo", asegura el experto.
Cooperación constructiva en tiempos de la pandemia
Los cambios políticos en EEUU, a su vez, podrían brindar una buena oportunidad para el restablecimiento de las relaciones chino-estadounidenses, sostiene Jia Leying, experto en relaciones internacionales del Instituto Chino de Lenguas Extranjeras.
"Esa posibilidad es obvia. Todo depende de la persona, las opiniones del líder cambian, el curso estratégico del estado también está cambiando, lo que significa que muchos problemas anteriores pueden resolverse", opina Jia, agregando, que "en las condiciones actuales, cuando los problemas globales se han vuelto especialmente graves, la cooperación entre las principales potencias es aún más necesaria".
"Como dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, China y EEUU deben cooperar en la pandemia. Este es un problema global y será difícil de resolver si hay falta de cooperación", señaló.
El especialista ha señalado que la Administración Trump ha personificado el antiglobalismo y el populismo, pero guarda la esperanza de que el futuro presidente electo de EEUU cambie el rumbo y los dos países "puedan avanzar hacia una cooperación constructiva".
China está lista para el reinicio
China está lista para un reinicio en las relaciones con EEUU. Sin embargo, la lucha por la presidencia en el país norteamericano no ha terminado oficialmente, por lo que es difícil predecir cuál será la política estadounidense hacia China, señala Anatoly Smirnov, politólogo ruso y presidente del Instituto Nacional de Estudios de Seguridad Global.
Mientras tanto, los expertos señalan que China siempre ha estado lista y abierta a la cooperación con EEUU. "Espero sinceramente que después de cuatro años de la Administración Biden, las relaciones entre China y EEUU estén en condiciones mucho mejores de las que están hoy", declaró Fang Xinghai, vicepresidente del Comité Regulador de Valores de la República Popular China, durante el Foro de Nueva Economía de Bloomberg. Es el turno de Washington para dar los pasos correctos hacia Pekín y resolver las diferencias existentes, concluyó.