Las elecciones municipales de noviembre en Brasil dejaron una sensación de revés electoral para el presidente, Jair Bolsonaro, según coincidieron analistas y medios del país sudamericano. Sin embargo, persiste la incógnita sobre si el comportamiento de los electores en esta instancia podría ser determinante de cara a los comicios presidenciales de 2022.
En ese sentido, planteó la hipótesis de que, en medio de una pandemia, "la gente está menos dispuesta a correr el riego de poner a alguien desconocido a, por ejemplo, conducir los hospitales, porque los municipios son muy importantes para los hospitales". El contexto, de acuerdo al analista, hizo a la población ser más cautelosa ante posibles "aventuras" políticas como las apadrinadas por Bolsonaro.
En efecto, Simões Reis remarcó que sí puede concluirse de las elecciones municipales que "los candidatos explícitamente bolsonaristas no tuvieron éxito". El analista diferenció la situación de lo sucedido en las elecciones de 2018, cuando junto con Bolsonaro triunfaron "muchos candidatos que se presentaban como no políticos y sin trayectoria previa".
Para Simões Reis es necesario más tiempo para comprobar si existe una "relación directa" entre el comportamiento de esta elección y una caída de Bolsonaro. De todos modos, destacó el crecimiento que tuvo "la derecha tradicional" brasileña, representada por lo que los brasileños denominan Centrão y que abarca a fuerzas políticas tradicionales a las que el politólogo identificó como el establishment de la política brasileña y con una tendencia "más de derecha que de centro".
Pero no todo el Centrão se desempeñó de la misma manera. Mientras los dos partidos arquetípicos de esta clasificación —el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB)— no tuvieron gran suceso en los comicios municipales, el partido Demócratas gozó de un importante crecimiento con victorias en capitales como Curitiba, Florianópolis y Salvador y una probable victoria en segunda vuelta en Rio de Janeiro.
Simões Reis apuntó que tanto Demócratas como Progresistas, a los que definió como "herederos de la dictadura militar brasileña (1964-1985), acumulan buenos resultados electorales en la elección legislativa de 2018 y en estas municipales, los que los coloca en buena posición de cara al futuro.
"Estos grupos jamás han sido de centro. No son nada moderados, son la derecha más tradicional que existe pero con toda la locura fascista de Bolsonaro, alguien como Eduardo Páes (candidato a alcalde de Rio de Janeiro) o Rodrigo Maia (presidente de la Cámara de Diputados) se ven como políticos de centro. Esa es la estrategia y va funcionando", explicó.
Según Simões Reis, el corolario de ese plan podría ser que la izquierda quede fuera de la segunda vuelta de las presidenciales de 2022, haciendo que Bolsonaro compita con un candidato de estos sectores. "Tendremos a alguien de derecha que se presentará como de centro y la izquierda lo tendría que votar porque quiere evitar al peor", pronosticó.
El futuro de la izquierda brasileña
Del otro lado, las elecciones municipales también dejan algunas conclusiones alentadoras para la izquierda. La buena votación de Guilherme Boulos, candidato a alcalde de Sao Paulo por el partido PSOL (Partido Socialismo y Libertad), puede la catapulta definitiva para esta fuerza política de izquierda fundada en 2004.
"El crecimiento de PSOL es muy importante. Por supuesto todavía no es un partido grande pero consigue ser competitivo en algunas ciudades grandes, entre ellas la más grande (Sao Paulo)", sostuvo el analista.
Boulos, al representar a una vertiente de PSOL que no se presenta como "antipetista" puede, según consideró el politólogo, ser un "candidato de conversación dentro de la izquierda" capaz de abonar la idea de un frente común de izquierda en el que podrían participar el PT y el Partido Comunista de Brasil (PCdoB).
Y si bien esa coalición de izquierda puede aparecer como un hecho para una hipotética segunda vuelta de 2022, Simões Reis advirtió que existen algunas trabas a la hora de que estas tres fuerzas, aparentemente compatibles desde lo ideológico, logren pactar antes de la primera vuelta.
"El PT cayó un poco pero sigue siendo el partido más fuerte del país y siempre cuesta ceder espacios. Al mismo tiempo, si el PSOL se coloca muy cercano al PT no va a crecer, porque quiere presentarse como otro partido. El PCdoB está casi muerto y sus candidatos buscarán alianzas para que siga sobreviviendo", desarrolló.
Estas "preocupaciones de supervivencia" de los partidos de izquierda chocan, a su vez, con las dificultades para acordar con el Partido Democrático Laborista (PDT), una fuerza que ideológicamente podría sumarse a esa posible coalición sino fuera porque "hoy está en manos de Ciro Gomes, que tiene un proyecto personal".
Para Simões Reis, si no fuera porque Gomes pretende "liderar todas las alianzas" y evita mostrarse cercano al PT y la izquierda, una sociedad entre el PT y el PDT podría haber obtenido una victoria en Rio de Janeiro en primera vuelta en las municipales de 2020.