"Prometo —sin huir de la responsabilidad— redistribuir de modo honesto y justo las competencias del jefe de Estado hacia la celebración de la Asamblea del Pueblo Bielorruso. Ya no son muchos los problemas acuciantes que quedan en la sociedad, porque hemos tomado las respectivas decisiones", dijo, citado por la agencia noticiosa Belta.
Lukashenko declaró hace un tiempo que la redistribución de las facultades presidenciales se reflejará en la nueva redacción de la Constitución de Bielorrusia y consistirá en relegar algunas a autoridades locales.
Según el líder bielorruso, se puede traspasar al Parlamento, al Gobierno y a otras estructuras de un 70 a 80% de las competencias del presidente de Bielorrusia sin la necesidad de cambiar radicalmente la Constitución.
"El pueblo y la sociedad quieren cambios, y se han reconcentrado en el presidente y sus competencias, suponiendo que para eso es necesario cambiar la Constitución. Hace poco lo tratamos con los dirigentes del Parlamento, llegando a la conclusión que se puede traspasar de un 70 a 80% de las competencias del presidente de Bielorrusia al Parlamento, al Gobierno y a otras estructuras sin la necesidad de cambiar radicalmente la Constitución", señaló.
La semana pasada Lukashenko anunció que planea ceder parte de sus competencias presidenciales a otros organismos de poder de la república hacia 2021, aunque anteriormente el líder bielorruso decía que el proyecto de la Constitución enmendada del país se presentaría al debate nacional antes de convocar el referendo.
Las manifestaciones continuas están marcadas por la violencia policial, en particular, los servicios de seguridad utilizaron gases lacrimógenos, balas de goma y otras medidas para dispersar a los manifestantes, tres de los cuales fallecieron según los reportes oficiales.
Las autoridades opinan que las protestas son controladas por fuerzas externas y acusan a los países occidentales y EEUU de injerencia en los asuntos internos de la república.