Para el 2034, Alemania verá un notable aumento de la demanda de gas: de 90.000 a 110.000 millones de metros cúbicos, escribe el diario. Por lo tanto, Berlín debe buscar nuevas opciones para importarlo. La más fiable y barata es el Nord Stream 2, señala el medio con referencia a un estudio analítico de la agencia consultora noruega Rystad Energy.
Al mismo tiempo, Alemania se ha propuesto un "objetivo ambicioso": abandonar la energía nuclear para 2022 y la industria del carbón, para 2038. Para cambiar a fuentes de energía renovables, el país necesitará mucho gas, asegura el autor del artículo.
Mientras tanto, se estima que los suministros de combustible azul de Noruega y los Países Bajos a Alemania bajarán. En particular, en los Países Bajos, se está cerrando un gran campo de Groninga.
La dependencia de Alemania de los recursos energéticos seguirá creciendo, por lo que el país necesita crear una infraestructura que asegure un suministro directo fiable de gas natural o de gas natural licuado al país, dicen los expertos.
Si Alemania decide que el precio es el factor más importante, es decir, si se niega a pagar más por el GNL estadounidense, el Nord Stream 2 ayudará a diversificar la oferta en el mercado y también a reducir el riesgo de aumento de los costos de la energía.
El gasoducto ruso Nord Stream 2 permitirá a los alemanes negociar términos y condiciones más favorables y bajar el precio de los recursos energéticos.
Según el autor, también es importante evitar que el gas pase a través de otros países y, en particular, por la políticamente inestable Ucrania. La infraestructura para el tránsito del combustible azul allí es anticuada, lo que constituye una amenaza para la seguridad energética en Alemania, concluye.