Desde 1966 tras el simposio de arqueología celebrado en Chicago, la "hipótesis del hombre cazador" se instaló y prevalece hasta hoy. Según sus promotores, durante el curso de la evolución humana, los hombres cazaban y las mujeres se reunían, y rara vez cambiaban esos roles de género, según explica Ann Gibbons en la Revista Science.
Ahora, los investigadores corroboraron que los restos de 9.000 años encontrados en una fosa funeraria en el sitio arqueológico de Wilamaya Patjxa a 3.925 metros de altitud en el altiplano del Perú, efectivamente pertenecían a una mujer.
📸 Se trata de una escultura calcolítica que representa a un ídolo oculado con un gran valor, porque al Museo Arqueológico Nacional no le consta que existan tallas de las mismas características. Míralo aquí
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Cuando el arqueólogo Randy Haas —de la Universidad de California (UC) Davis, Estados Unidos—, y sus colegas aymaras hallaron los restos, quedaron impresionados por una caja de herramientas de 20 puntas de proyectiles de piedra y cuchillas apiladas limpiamente al lado de los huesos, relata Gibbons. Todos los indicios apuntaban que habían descubierto a un cazador de alto nivel.
Para quitarse la duda, emplearon un nuevo método forense desarrollado por la UC Davis. La técnica analiza si el esmalte dental de un individuo lleva una versión masculina o femenina de una proteína llamada amelogenina. Los estudios de isótopos de carbono y nitrógeno en los dientes mostraron la versión femenina de la proteína, y que ella comía una típica dieta de cazador de carne animal y plantas.
📎📷 A raíz del incidente, el alcalde de la localidad chilena ha pedido que se restrinja el tránsito de vehículos en el lugar arqueológico 🗿🇨🇱
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El hallazgo les llevó a reexaminar los informes de otros enterramientos antiguos en las Américas, y encontraron 10 mujeres más enterradas con puntas de proyectil que también podrían haber sido cazadoras.
"El mensaje [del nuevo hallazgo] es que las mujeres siempre han podido cazar y de hecho han cazado", dijo a la Revista Science la arqueóloga Bonnie Pitblado de la Universidad de Oklahoma, Norman, que no participó en el estudio.