Joe Biden lleva medio siglo participando directamente en la vida política estadounidense. A lo largo de su camino hacia la Casa Blanca ostentó diferentes cargos y ello le hizo viajar mucho. Incluso ayudaba a determinar la política exterior de Estados Unidos. Uno de los puntos clave de esa política ha sido la relación con Rusia. El Joe Biden de los 80 y el Joe Biden de hoy resultan ser personas totalmente diferentes en este aspecto.
Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo Biden endureció su retórica hacia Moscú. Durante su etapa como vicepresidente de la Administración Obama su mala relación con la Federación de Rusia alcanzó su apogeo. Desde entonces Biden ha sido un partidario más de las sanciones y otras acciones abiertamente antirrusas.
Teniendo en cuenta la mala actitud de Biden hacia Rusia, muchos creen que su posible victoria en las presidenciales es un desenlace negativo para Moscú. No obstante, también hay quienes consideran que un político tan experimentado como Biden no permitirá que las relaciones entre las dos potencias caigan en el abismo. Según los partidarios de esta teoría, Biden es una persona que se muestra a favor de la paz y es posible dialogar con él.
Sin embargo, las recientes declaraciones del candidato contradicen este punto de vista. Para llegar a una conclusión más cercana a la verdad habrá que analizar sus declaraciones más recientes.
Una amistad que no duró mucho
Todo parecía bastante bien cuando Biden empezó a desempeñarse como vicepresidente en 2009. Bajo la Administración Obama se dieron los primeros intentos de mejorar las relaciones con Moscú. Entonces llegó el momento de "reiniciar" las relaciones entre las dos potencias e incluso, hubo un encuentro en el que los cancilleres de EEUU y Rusia presionaron el botón simbólico de "reinicio". Biden en aquella época decía que ambos países podrían y deberían trabajar juntos.
La actitud cambió de repente. EEUU orquestó y apoyó el golpe de Estado en Ucrania en 2014, lo que obligó a Rusia a actuar para proteger a la población rusa en Crimea. La incorporación de la península como una nueva región de la Federación de Rusia fue algo totalmente imprevisto para Obama, Biden y su Administración, y por ello decidieron actuar de manera brutal en contra de Rusia.
Joe Biden criticó fuertemente la reunificación de Crimea y Sebastopol con Rusia en 2014 y fue una de los promotores de la introducción de medidas económicas duras contra el país euroasiático. El entonces vicepresidente amenazó a Rusia: "Es un hecho muy simple. Si Rusia continúa por el mismo camino, el aislamiento político y económico de Rusia aumentará aún más. En realidad, verá nuevas sanciones por parte de Estados Unidos y la Unión Europea".
Cambio brusco de retórica
"Para contrarrestar la agresión rusa tenemos que mantener preparada las capacidades de la alianza militar y al mismo tiempo expandir su capacidad de hacer frente a las amenazas no tradicionales como por ejemplo, la corrupción armada, la desinformación y el robo cibernético", dijo Biden en enero pasado.
Al mismo tiempo, Biden abiertamente se mostró en contra de la política de Trump de sacar a EEUU de la mayoría de los acuerdos internacionales. Por ejemplo, en mayo pasado dijo que los aliados de Washington querían que el país norteamericano se quedara en el Tratado de Cielos Abiertos —precisamente en mayo Donald Trump anunció la retirada de EEUU del acuerdo— y que continuara trabajando junto a Rusia para abordar los problemas sobre el cumplimiento del acuerdo.
"Sin nosotros el tratado se desmoronará. La salida agravará las crecientes tensiones entre Occidente y Rusia y aumentarán los riesgos de error de cálculo y conflicto", precisó el candidato a la Presidencia. En enero pasado Biden declaró que EEUU no puede tener credibilidad si abandona los tratados que el mismo país había negociado.
En referencia a la OTAN, Biden decía que el objetivo del presidente ruso, Vladímir Putin, es la disolución de la alianza militar y de la Unión Europea, a pesar de que la cúpula política de Rusia en ninguna ocasión ha insinuado algo parecido. Al contrario, Moscú coopera abiertamente con todos sus socios europeos y norteamericanos.
¿Relación especial hacia Rusia?
Simultáneamente, Biden cree que su país debe mantenerse en contacto con el Kremlin. "Incluso mientras defendemos los intereses de Estados Unidos y salvaguardamos la democracia liberal en otras partes, Washington tiene que mantener abiertos los canales de comunicación con Moscú", declaró en enero de 2018. Este enfoque sin duda es una buena noticia para Rusia y otros países.
Aun así, el candidato cometió un error y subestimó el poderío militar de Rusia: "Miren el estado actual de Rusia, están en declive enorme. Saben, tiene un poder militar de calidad inferior, geográficamente tiene ventajas significativas en los lugares donde están involucrados, tienen un arsenal nuclear que puede hacer explotar al mundo entero, pero en términos de su efectividad su capacidad es diminuta en comparación con la nuestra", proclamó Biden en enero de 2018.
En las condiciones actuales, Rusia tendrá que actuar con cautela porque la posible llegada de Biden a la Casa Blanca no promete nada bueno para las relaciones entre Moscú y Washington, teniendo en cuenta el enfoque antirruso que mostró el candidato en los últimos años. Sin embargo, pese a sus declaraciones lo único que queda es esperar que el medio siglo de experiencia política le impida a Biden dar pasos demasiado inamistosos contra Rusia.