La India, con su importante peso demográfico, es el mayor consumidor de azúcar en el mundo. No obstante, al mismo tiempo, los indios consumen menos azúcar que la media mundial: 19 kilos por persona al año.
Este dato resulta problemático teniendo en cuenta que unos 50 millones de agricultores se dedican al cultivo de la caña de azúcar en el país asiático. En los últimos años se observa que la producción de este bien va al alza, y se está creando un excedente que no tiene un destino claro, informa Bloomberg.
Para ello se valen de pequeños artículos que defienden que, con mesura, el producto es bueno. También incluyen recetas de dulces y publicaciones de redes sociales y de otros portales en que personalidades del mundo de la alimentación tratan asuntos de salud.
Arropada por el secretario de Alimentos de la India, Sudhanshu Pandey, quien defiende que "hay demasiados mitos rondando sobre el azúcar (…) sin base científica", esta iniciativa choca frontalmente con la línea que suelen seguir las campañas de otros países.
Esta no es la única medida que ha tomado la India para aumentar el consumo de su azúcar: el Gobierno también ha optado por un enfoque más intervencionista con subvenciones para ayudar a vender el azúcar indio en el extranjero. Igualmente ha apostado por usar el exceso de azúcar como combustible convirtiéndolo en etanol, cuya producción aumentará más de un 50% en 2021, estima la ISMA.