Desde el 11 de septiembre los trabajadores que integran el Sindicato de la Industria del Medicamento y Afines (SIMA) de Uruguay se declararon en conflicto tras las negociaciones que venían llevando con las cámaras empresariales en el marco de los Consejos de Salarios y Negociación Colectiva, instancia en el que el Poder Ejecutivo, representantes de las empresas y de los trabajadores negocian sueldos y condiciones laborales en el país.
Desde entonces, el sindicato ha llevado a cabo una serie de movilizaciones y, además, realizan a diario cuatro paros de 15 minutos en señal de reclamo. Como respuesta, los laboratorios manifestaron que quieren descontar del salario de los trabajadores el valor de 4 horas diarias, en lugar de una (la suma que suponen los cuatro paros diarios).
A raíz de esta medida, el SIMA resaltó la necesidad de una negociación tripartita a realizarse junto a las empresas de laboratorios y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), ante lo que les parece un "descuento desproporcionado", según declaró al periódico uruguayo La Diaria el presidente sindical Nicolás Touron.
A finales de octubre, los representantes del SIMA fueron recibidos por el director nacional de Trabajo del Ministerio, Federico Davedere, quien les aseguró que procurará facilitar la reunión tripartita para principios de noviembre.