Según la última previsión del Fondo Monetario Internacional, el PIB de EEUU en 2020 disminuirá un 4,3%. Esto hizo que unos 30 millones de personas perdieran su trabajo. Mientras, republicanos y demócratas están tan ocupados en ganar las elecciones que hasta ahora no han llegado a un acuerdo común para tomar medidas de estímulo económico y el virus continúa en expansión.
Los analistas económicos explicaron a Gazeta.ru que el futuro económico dependerá en gran medida de lo que suceda en las elecciones y el resultado puede traer sorpresas.
Agregó que los planes económicos reales de Biden y Trump no son muy diferentes, por lo que la atención se centra no en la Presidencia, sino en quién controlará el Congreso porque de ello depende que se bloquee o apruebe al nuevo mandatario.
"Para implementar el plan de Biden, el Partido Demócrata necesita ganar una mayoría en el Senado porque si el Partido Republicano gana el control definitivamente no aprobarán el plan de los demócratas, y esto, en el contexto de la recesión y la segunda ola de pandemia, creará una crisis aún mayor", explicó Antón Grinstein, experto del centro de información y análisis de la empresa Hamilton.
Subrayó que el plan de Trump requiere un Senado republicano, pero aunque este caiga bajo el control de los demócratas, no será un colapso económico porque Trump tendrá que aceptar un fuerte aumento del gasto gubernamental, como el propio Trump lo ha dicho repetidamente.
El analista Mijaíl Doroféyev dijo que la principal tarea es adoptar un paquete de medidas anticrisis pero esto dejará en segundo plano otras decisiones importantes por unos meses. Además, cree que surgirán las condiciones para prevenir una ola de declive y nota que la salida de la crisis tendrá forma de W logrando un equilibrio entre medidas restrictivas y el mantenimiento de la actividad económica.
Concluyó que cualquier escenario político tras las elecciones puede retrasar no solo la aprobación de un paquete de estímulo económico, sino también afectar la posibilidad de su consideración y el cumplimiento del plan del candidato electo en el futuro. Según Doroféyev, los demócratas y republicanos pueden quedarse atascados en esta lucha, y su falta de voluntad para encontrar un compromiso puede convertirse en un riesgo clave para la economía mundial.
Por el momento, lo único cierto es que este 3 de noviembre los estadounidenses definirán el Gobierno que quieren y el candidato electo será posesionado en enero de 2021.