El Gobierno de Bashar Asad continúa haciendo esfuerzos titánicos para que su economía resurja. De hecho, han tomado algunas medidas que benefician a las personas de bajos ingresos porque hay un aumento en los precios y la libra siria está sufriendo una depreciación.
"Recientemente, se han quemado millones de olivos justo antes de la cosecha en la costa y en otras partes del país, específicamente en las regiones controladas por el Estado sirio, especialmente donde el aceite de oliva es una fuente importante de sustento para los habitantes", explicó el economista Ibrahim Alloush.
"Los ingresos del Gobierno disminuyeron con un ciclo económico menguante y las obligaciones del Gobierno (debido a la guerra y sus efectos sociales) aumentaron. Entonces, la relación entre la cantidad de dinero que circula en la economía y la cantidad de bienes y servicios aumentó. Esto necesariamente significa inflación, es decir, un aumento general y continuo en el nivel de precios, y con eso, la libra siria comenzó a caer", explicó.
Pareciera que la situación económica es desesperante, pero según Alloush esto tiene remedio y lo primero que debe hacer el país es detener la depreciación de la libra siria y la inflación aumentando la cantidad de bienes y servicios producidos en la economía.
"Todas las medidas posibles que se puedan tomar para reactivar la manufactura, la agricultura, el turismo interno y el comercio interno deben considerarse una cuestión de prioridad estratégica", enfatiza.
Agregó que las sanciones pueden convertirse en una oportunidad para que Damasco genere autosuficiencia en ciertas áreas de la economía nacional porque el país tiene recursos suficientes para cubrir las necesidades básicas.
"Incentivar a las pequeñas empresas con exenciones y préstamos que sean patrocinados por el Gobierno puede generar una cultura orientada a los negocios históricamente bien establecida en Siria", enfatizó.
"Esto debería convertirse en una práctica diaria si Siria va a sobrevivir y prosperar bajo el asedio", subrayó.
Por último, las inversiones y ayuda financiera de sus aliados, cómo Rusia e Irán, también son un factor clave para la revitalización de la economía siria, recomendó el economista.