Mediante un decreto firmado por el primer ministro, Giuseppe Conte, el Gobierno italiano decidió recomendar a los ciudadanos evitar desplazarse en horas nocturnas. No obstante, en algunas regiones del país se ha impuesto un toque de queda.
El mayor descontento viene de los sectores comerciales, pues ellos son quienes deberán aguantar el golpe más duro. Los más afortunados tendrán que cerrar sus negocios a las 18:00, mientras que los centros deportivos estarán sin funcionamiento hasta el 24 de noviembre, al igual que los cines y teatros.
Desde la firma del decreto, las protestas se han vuelto más violentas en Roma, Nápoles, Turín y Milán.
Por el momento, Italia enfrenta su peor semana en incremento de casos desde marzo y abril, cuando el país se convirtió en un epicentro de la pandemia.