Este grupo —que se dio en llamar la Alianza Federalista— está integrado por los gobernadores de Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León y Tamaulipas, 10 de los 32 estados del país. En un choque sin precedentes, en septiembre abandonaron la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO), organismo que unía a todos los estados y al Gobierno central.
Se trata de un mecanismo de distribución de los ingresos en cada uno de los estados, más allá de los recursos que cada uno genera y aporta al erario público. Consideran que aportan mucho más de lo que reciben. AMLO descartó recibirlos y les pidió que si pensaban retirarse del pacto lo hagan democráticamente consultando a la población.
Cinco de los 10 gobernadores ya empezaron este miércoles 28 una consulta en sus redes sociales como forma de tener una primera reacción popular, y que posteriormente recorrerán caminos institucionales. Entre ellos, Diego Rodríguez, de Guanajuato, y Enrique Alfaro de Jalisco.
Rancho aparte
Para Eduardo Ibarra, director del portal periodístico Forum en Línea, la Alianza Federalista se separó de la CONAGO "para resistir varias políticas importantes del presidente". (...) Sus demandas principales son lo que ellos llaman reducción de partida presupuestales para 2022", indicó.
Pero aclaró que esa decisión se tomó "en el Congreso, donde los 32 estados están representados (...) este tercer poder de la Unión aprobó, votó y deliberó durante varios meses sobre este presupuesto y ahora ellos lo impugnan como si fuera una decisión individual".
Ibarra confirmó que hubo ajustes presupuestales, pero señaló que se dieron en un contexto extraordinario y motivados por la pandemia. "La crisis económica no es como a veces lo quieren hacer aparecer privativa de México y derivada de políticas erráticas federales. Ellos hacen política deliberadamente viéndose al ombligo", afirmó.
"Quizá tenga razón, pero resulta que ahí están varias de las aduanas más importantes del país, que son recursos federales que ingresan vía instalaciones o empresas federales", relativizó.
El analista político sostuvo que detrás de esta movida operan otros intereses y lógicas. Como el proceso electoral que se abrió en septiembre y que terminará en junio de 2021 con elecciones legislativas de medio término y para gobernadores en más de 15 estados, entre los que se cuenta a los integrantes de la Alianza Federalista.
Se viene Morena
"Buena parte de su estrategia es embonar este reclamo con las elecciones federales de 2021. Algunos concluyen su mandato y en otros sus partidos perderán esas gubernaturas", sostuvo Ibarra.
Para Ibarra, el planteo de la ruptura con el pacto Federal es parte de una estrategia de campaña tanto para 2021 como para las presidenciales de 2024. Por eso consideró que la Alianza Federalista persigue fines políticos partidarios más que de interés general.
Ibarra precisó que, además de lo político, en este tema hay "estrictamente un problema constitucional". Y advirtió que "para romper con el pacto federal es necesario reformar la Constitución. De aquí a junio de 2024, el único partido que tiene capacidad de hacerlo —salvo lo que resulte de las elecciones en Diputados el año que viene— es Morena, del presidente".