Se trata de edificios que fueron abandonados tras el fuerte terremoto ocurrido en 1968, que hizo que unos 4.000 residentes de este pueblo lo abandonasen. De hecho, desde entonces, la localidad no logró recuperar su población y actualmente solo 11.000 personas siguen viviendo allí.
Sin embargo, la mayoría de las casas ofrecidas son del siglo XVII y se ubican en el centro histórico del pueblo, razón por la cual los nuevos dueños tendrán que comprometerse a remodelar dichos edificios. Lo que es más, antes de que se les conceda la casa, tendrán que presentar un plan detallado de las reformas que realizarán.
Otra condición es el pago de un depósito de 3.000 euros, que le será devuelto al dueño si logra finalizar las obras de renovación en un plazo de tres años.
Aunque el plan de vender las casas a tan solo un euro con el fin de revitalizar un pueblo pueda parecer revolucionario, Salemi no es la primera localidad en aplicar esta táctica en Italia. Así, lo mismo ya se hizo en los pueblos de Cinquefrondi, Mussomeli y Bivona.