El ministro de Relaciones Exteriores de Etiopía, Gedu Andargachew, convocó al embajador de Estados Unidos, Michael Raynor, para que le aclare lo dicho por Trump sobre la presa más grande de África que ha sido valorada en 4.600 millones de dólares.
Este proyecto, bautizado como la Gran Presa del Renacimiento de Etiopía (GERD) y realizado por Etiopía, crea, según Trump, una "situación muy peligrosa" con la que Egipto "no podría vivir".
"Van a acabar volando la presa. Lo dije y lo digo alto y claro… van a volar la presa. Tienen que hacer algo", señaló Trump refiriéndose a Egipto durante la firma de un acuerdo de paz entre Israel y Sudán, que al igual que El Cairo se sitúa aguas abajo y tiene sus intereses puestos en juego.
La reacción de Adís Abeba a este discurso de Trump pronunciado en el Despacho Oval en Washington no se hizo esperar.
Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de Etiopía destacaron que la incitación a la guerra entre Etiopía y Egipto no refleja la larga colaboración y la alianza estratégica entabladas por los dos países ni es aceptable en el derecho internacional.
Mientras tanto, desde la oficina del primer ministro etíope, Abiy Ahmed, agregaron que Egipto y Sudán han alcanzado un "progreso importante" en este diálogo con el que se busca solucionar las controversias sobre la división de agua del Nilo.
"Estas amenazas y ofensas a la soberanía etíope son violaciones equivocadas, improductivas y [representan] claras violaciones del derecho internacional. Etiopía no cederá ante agresiones de ningún tipo", señalaron en la oficina.
En Adís Abeba acusan a Trump de mostrar favoritismo hacia Egipto.
"Siento decirlo, pero el hombre [Trump] no tiene ni idea de lo que está hablando. Etiopía y los etíopes nunca serán amenazados por una declaración tan irresponsable", escribió en su cuenta en Twitter el exprimer ministro del país, Hailemariam Desalegn.