Fue postulado este año al Premio Nobel de Literatura y recibió de manos del ministro de Cultura del país suramericano, Ernesto Villegas, el premio Aquiles Nazoa y un certificado como portador patrimonial de la cultura venezolana.
En el tramo final de un año que ha traído una reconfiguración de las dinámicas sociales, culturales y económicas de sociedades enteras, Sputnik conversa con este intelectual venezolano para hacer un balance sobre los aprendizajes y errores, y así dilucidar cuál será la verdadera naturaleza de la nueva normalidad del mundo postpandemia.
Hoy #9Oct cumple 80 años Luis Britto García, el más grande intelectual venezolano de nuestro tiempo, y por tal motivo le hice entrega del Premio #AquilesNazoa, que otorga @MinCulturaVe, así como el certificado que lo acredita como Portador Patrimonial de la #Cultura venezolana🧵 pic.twitter.com/BRb2wIQufJ
— Ernesto (@VillegasPoljak) October 9, 2020
— ¿Qué representa simbólica y materialmente, para la humanidad, la propagación de un virus con tal índice de contagio?
— Ante todo, una confrontación con la idea de la muerte, reflexión que siempre tendemos a postergar. Luego, la necesidad de la revisión de sistemas sociales para los cuales la muerte y el sufrimiento de sus integrantes no importa mientras no tengan con qué costear un tratamiento, vale decir, en los cuales la vida es menos importante que los dividendos.
El momento es propicio para que la humanidad entre colectivamente en la madurez, reflexione sobre lo que está haciendo y decida si va a dedicarse a lo mismo el resto de su existencia, que podría ser bien breve si no cambia de rumbo.
— Los venezolanos son reconocidos por su resiliencia o capacidad de adaptación ante nuevas circunstancias. En estos tiempos de cuarentena para la contención de la pandemia de COVID-19, ¿qué ha observado de las acciones emprendidas por el Gobierno de Venezuela y de la respuesta de los venezolanos y venezolanas a la situación de pandemia global?
— La respuesta del Gobierno nacional ha sido ejemplar y ejemplarizante. Declarar desde el primer momento la cuarentena, teniendo en cuenta las vidas por salvar antes que las posibles pérdidas económicas. Movilizar todos sus recursos sanitarios, incluso improvisar hospitales con gran capacidad en espacios como el Poliedro, recibir a numerosos migrantes que regresan a pesar del riesgo de que vuelvan contaminados, impartir tratamientos gratuitamente.
El resultado de esta acción conjunta de pueblo y gobierno es que tenemos el menor porcentaje de contagios y defunciones en América Latina. Ojalá siga así hasta el fin de la pandemia.
— ¿Cómo observa el surgimiento de tratamientos alternativos, desde distintas disciplinas de la medicina natural, para el COVID-19, fuera del protocolo definido por la OMS?
— Pues bien, esa es materia que dejo respetuosamente a los especialistas. Carezco de conocimientos para saber si determinado tratamiento alternativo es eficaz o no, cosa que sólo se podría determinar tras un largo período de investigación y experimentación, siguiendo los principios de la medicina científica esbozados por Claude Bernard.
— Muchos y muchas han hecho aportes en relación a cómo será la nueva normalidad tras la pandemia. La gripe H1N1 duró 16 meses para su propagación y contención. En el caso del COVID-19, por su alta incidencia de contagio, estos tiempos de cuarentena podrían ser mayores. El filósofo chileno Gastón Soublette se ha referido al virus social de la modernidad previo al virus biológico, el muy mediático filósofo Byung-Chul Han, dibuja un mundo de mayor control sobre la humanidad por un capitalismo más robusto, el politólogo argentino Atilio Borón perfila una salida intermedia entre la visión de Byung-Chul Han y Slavoj Zizek que proyecta la reinvención del comunismo, sostiene que hay más posibilidades de que una nueva conciencia emerja y por tanto nuevas formas de organización que confronten al capitalismo. ¿Cómo vislumbra este nuevo orden Luís Britto García?
Si no entienden lo que pasa, su descontento es aprovechado por líderes que lo canalizan hacia el odio étnico o nacional, y tenemos así fascismos o gobiernos neoliberales autoritarios, xenofobia, campos de concentración y genocidios. El virus no nos va a traer la utopía: tenemos que ganárnosla.
— Las visiones más propagadas por los medios son aquellas que avalan la consolidación del modelo de vida capitalista, tras los efectos de la actual pandemia, como única posibilidad para la humanidad. ¿Qué opina usted de esta tendencia en la opinión pública mundial?
— Evidentemente esas visiones son propagadas por los mismos medios que avalan la consolidación del modelo capitalista. Es una tendencia de opinión de los medios, no necesariamente de la humanidad. A pesar de ella, en plena pandemia vemos fortísimas movilizaciones de masas radicales en Bolivia, en Chile, en Colombia, en Ecuador, en Estados Unidos, y no precisamente dirigidas a consolidar el modelo imperante, sino contra él.
— El filósofo boliviano Rafael Bautista Segales afirma que los términos 'progreso', 'desarrollo', 'futuro' esconden una espiritualidad y religiosidad impuesta por el capitalismo, aprovechándose de que la espiritualidad es una creación humana, que define su orden social. Por eso argumenta que es fundamental la creación de una nueva espiritualidad que dé lugar a una nueva humanidad. ¿Qué opina usted de esta afirmación?
Hasta ahora muchas de las llamadas espiritualidades han sido invención de la clase dominante para mantener pasivas y obedientes a las clases dominadas. Al hablar de espiritualidad y religiosidad impuestas por el capitalismo, es mejor hablar de ideología, de falsa conciencia. Desarmar las ideologías es una de las condiciones de toda revolución.
— ¿Qué aportes puede hacer Nuestra América, pero en especial los venezolanos y venezolanas, al surgimiento de una nueva espiritualidad que salve a la humanidad de su desplome?
Ello en medio de errores y retrocesos, pero me parece notable que durante lo que es ya la quinta parte de este siglo, un país en vías de desarrollo asediado, bloqueado y asaltado haya logrado mantener una experiencia socialista dentro de las vías legales y con el consenso de las mayorías y lograr el mayor nivel de igualdad de la América Latina capitalista. Que sirvan de ejemplo nuestros logros, y también nuestros errores, para no repetirlos.