En los criaderos avícolas, las aves de corral crecen con aditivos químicos y hormonas para garantizar una venta rápida de esta carne, pero estas sustancias pueden causar efectos negativos en la salud al momento de ingerirlos. No obstante, Mazko sugiere que la carne blanca es la que menos aditivos químicos acumula y recomienda escoger la pechuga de pollo para el consumo, ya que las otras partes es donde más hormonas y aditivos químicos se concentran.
Citada por el diario ruso KP, la especialista advirtió que un tono oscuro en la carne puede ser una señal de que contiene mayor cantidad de químicos y hormonas.
El pollo frito o ahumado son los que más daño pueden causar a la salud, pero también es peligroso consumir esta carne si no está bien cocida, ya que puede transmitir salmonelosis. Según la especialista, la carne de pollo puede ser saludable si se la prepara, por ejemplo, en una sopa porque no es casualidad que se la consuma de esta manera cuando una persona está resfriada o mal de salud.
Mazko concluyó que las personas que deben tener mucho cuidado al momento de consumir la carne de pollo son aquellas que tienen alergia a los huevos porque esto puede dar lugar a padecer una alergia cruzada.