De acuerdo con la doctora Inna Kononenko, PhD en Nutrición y Dietética, los principales indicadores para evaluar el proceso de envejecimiento son la pared vascular de la arteria carótida y el estado de las mitocondrias, a las que definió como las "estaciones de energía" de las células.
La teoría señala que mientras más gruesa es la pared vascular de la arteria carótida, más rápido avanza el proceso de envejecimiento, por lo que los vegetarianos y veganos tienen una ventaja significativa sobre los consumidores de carne.
"Los vegetarianos y veganos tendrán un grosor de pared más bajo que los consumidores de carne, debido a que no consumen una gran cantidad de colesterol", explicó la doctora.
Sin embargo, la investigadora aclaró que las personas que consumen carnes tienen una dieta rica en vitaminas B12, D3, K2, el grosor de la pared tampoco debería aumentar.
Por su parte, el otro indicador, las mitocondrias, podría favorer a las personas que consumen carne, ya que esta proteína es fuente de l-carnitina, una sustancia necesaria para que las células liberen energía. Con una dieta vegana o vegetariana, es más difícil la obtención a partir de los alimentos de esta amina.
Asimismo, la científica explicó que la falta de un solo aminoácido puede tener graves consecuencias para la salud, ya que cada proteína se descompone y se absorbe solo en presencia de un determinado compuesto orgánico.
En su ausencia, pronto comenzarán los problemas con el crecimiento del cabello, las uñas y la visión se deteriorará. Las consecuencias de la falta de proteínas no siempre son visibles en los vegetarianos, pero aparecen con el paso del tiempo, de acuerdo con Kononenko.
"Por tanto, los carnívoros viven más que los vegetarianos. Pero solo si siguen una nutrición adecuada", afirmó la nutricionista.
No obstante, otros estudios afirman que el consumo de carne puede reducir el tiempo de vida debido a que puede provocar cáncer, enfermedades cardiovasculares y muerte prematura. Incluso, en 2015, la Organización Mundial de la Salud catalogó oficialmente la carne vacuna, la porcina y la de carnero como alimentos carcinógenos. Según el ente, el consumo diario de carne roja suele asociarse con un riesgo elevado de padecer cáncer colorrectal y de intestino.