Según informó la Fuerza Aérea en un comunicado, el F-39E es "la más moderna y avanzada plataforma multimisión actuando en defensa del espacio aéreo brasileño".
El modelo estrenado este 23 de octubre es el primero de los 36 aviones que Brasil encargó a la empresa sueca Saab en 2014, durante la gestión de la expresidenta Dilma Rousseff (2011-2014).
El Gobierno brasileño invirtió 24.000 millones de reales (casi 4.300 millones de dólares) financiados en 25 años con la expectativa de sustituir toda su flota actual, compuesta por F-5 de origen estadounidense, por las aeronaves Gripen.
"El Gripen aumenta la capacidad operacional de la Fuerza Aérea Brasileña e impulsa un trabajo conjunto que fomenta la investigación y el desarrollo industrial de los dos países [Brasil y Suecia]", destacó el ministro de Defensa, Fernando Azevedo, en un comunicado.
Es capaz de volar a una velocidad máxima de 2.400 km/h y puede participar en enfrentamientos en aire, tierra y mar.
Además, tiene un amplio repertorio funcional, con equipamientos que pueden actuar en la seguridad pública, en el control de delitos ambientales o en vigilancia de fronteras, entre otras áreas.