En particular, los científicos del equipo del científico danés Ross Barnett (Universidad de Copenhague) estudiaron el material genético del Homotherium latidens u homoterio, a veces también apodado gato de dientes de cimitarra por sus dientes caninos un poco más cortos que los de muchos miembros de este grupo de félidos extinguidos.
Tradicionalmente se sospechaba por la estructura de los huesos que el homoterio corría tras las presas en lugar de esperar en una emboscada. El nuevo estudio arroja luz en esta dirección, ya que Barnett y sus colegas descubrieron pruebas a favor de esa idea en pistas genéticas extraídas de un hueso de 47.000 años de antigüedad del muslo del animal descubierto en Yukón, Canadá.
Esta teoría se refuerza aún más al prestar más atención a los huesos de las extremidades delanteras de estos félidos. Y es que los gatos de dientes de sable presentan huesos grandes y fuertes en esa zona del cuerpo para agarrar a las presas, según el estudio.
Barnett y sus colegas encontraron genes en el ADN del felino asociados con el comportamiento social. Estos insinúan que pudo haber vivido en grupos, como los leones, y no de manera independiente, como los leopardos.
La gran diversidad genética de la muestra sugiere además que el homoterio era mucho más común de lo que se pensaba anteriormente. "Dado el número extremadamente bajo de fósiles de homoterio, esto fue una sorpresa", dice Barnett. Esto puede significar que muchos huesos fósiles no identificados en colecciones de museos podrían pertenecer realmente a homoterios.