El frecuente consumo de carbohidratos, la deficiencia de vitamina D, el estrés y la ansiedad son los causantes de generar desórdenes alimenticios.
El creciente porcentaje de obesidad en la población de todas las edades se debe al consumo de comida chatarra alta en carbohidratos que afecta a las hormonas y al funcionamiento del organismo.
"La abundancia de grasas trans en tales alimentos crea una película de aceite y obstruye las paredes de los intestinos. Esto impide que las vitaminas y minerales sean absorbidos. Esto causa la resistencia a la insulina, las células se vuelven insensibles a la insulina y la glucosa se va al depósito de grasa", explicó la nutricionista Evguenia Nikonova.
A su vez, la nutricionista y psicóloga Aida Shelanova advirtió que el estado emocional no deja de ser menos importante, pues al sentir estrés, ansiedad, incertidumbre y constante preocupación se generan desórdenes alimenticios porque subconscientemente el cerebro intenta calmar esas emociones con comida y especialmente con algo dulce.
"Esto sucede porque el abuso de la comida es una dependencia socialmente aceptable para las mujeres. Los hombres abusan del alcohol y del cigarrillo, mientras que las mujeres no lo hacen", explicó Shelanova.
Para evitar la obesidad, las especialistas recomendaron realizar actividades físicas a diario, alimentarse con más frutas y verduras que con carbohidratos y aprender a controlar las emociones para evitar el estrés y la ansiedad.