Después del acuerdo de recorte de la producción de la OPEP+ negociado entre Moscú y Riad en abril, las diferencias internas se han mantenido a raya por la pandemia y el alto volumen de almacenamiento de crudo.
El aumento de la producción de la OPEP+
A pesar de los informes alcistas sobre los precios del crudo y el creciente optimismo del mercado, la realidad parece ser mucho más sombría, opina el experto.
Esto no sólo eliminará la demanda de petróleo de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), sino también la de la industria manufacturera asiática, asegura el experto.
Mientras tanto, la OPEP+ ve la situación de manera diferente y empieza a incrementar la producción.
Según el especialista, todavía no se trata de una nueva guerra de precios del petróleo, sin embargo, es obvio que algunos productores no quieren disminuir más su propia producción para contrarrestar la sobreproducción de otros. Por ejemplo, los importadores asiáticos, especialmente China y la India, cosechan las recompensas de bajos precios, llenando sus tanques de almacenamiento de petróleo hasta el borde.
A diferencia de evaluaciones anteriores, no se prevé que se produzca un aumento de la demanda de petróleo y productos petrolíferos en todo el mundo hasta el inicio del 2021. Los niveles de almacenamiento de petróleo a nivel mundial siguen siendo altos, mientras que el mundo está inundado de petróleo y gas.
Los comerciantes internacionales cuestionan la actual medida de la OPEP+ de poner más petróleo en el mercado, ya que por ahora no hay necesidad de estos barriles.
La economía hundida de Arabia Saudí
Los bajos precios del petróleo son un momento preocupante para los dos principales arquitectos del acuerdo de la OPEP+.
"Arabia Saudí, apoyada por su principal aliado, los Emiratos Árabes Unidos, y Rusia se enfrentan a un colapso financiero de magnitud desconocida si los mercados petroleros no se recuperan pronto", augura el experto.
Los últimos informes sobre el presupuesto del Gobierno saudí, que se basa en un escenario de 50 dólares por barril, son demasiado optimistas en términos realistas, ya que los precios ahora están en unos 40 dólares, agrega.
Sin el aumento de los precios del crudo, no sólo sufre Saudi Aramco, sino también la mayoría de los proyectos del Gobierno. La empresa petrolera ya ha puesto en suspenso varios proyectos nuevos y sigue reevaluado la inversión en otros. Además, Riad demanda a Aramco el dinero en efectivo para financiar los proyectos en curso de Saudi Vision 2030.
Es necesario diversificar la economía, pero sin dinero en efectivo, los proyectos se retrasan o incluso se congelan. La economía sufre problemas, lo que demuestra que se disminuye el interés internacional por los bonos del Gobierno saudí, apunta Widdershoven.
Las medidas que puede tomar Arabia Saudí
Según el experto, también es probable un movimiento más agresivo de Riad en el caso de los precios del petróleo. Con las presiones financieras internas y el aumento del desempleo, especialmente entre los jóvenes, es probable que los jóvenes líderes de Oriente Medio sigan su camino.
"Si la cooperación no trae las recompensas necesarias, la vieja opción de una nueva guerra de precios del petróleo no es inimaginable", cree el experto.
La transición energética mundial y las desinversiones en combustibles fósiles ya eliminan los puntos débiles de la industria del petróleo y el gas. Tanto las petroleras internacionales independientes como algunos productores más débiles de la OPEP+ sufrirán.
Las declaraciones recientes de que Arabia Saudí quiere ser el último productor de petróleo en pie o el único superviviente no deben tomarse a la ligera, finaliza el experto.