En los primeros tres meses de 2020, China compró bonos japoneses a medio y largo plazo valorados en 1,46 billones de yenes —13.800 millones de dólares—, 3,6 veces más que en el mismo período del año pasado, según el medio japonés Nikkei.
"La estrategia de globalización supone diversificar las inversiones, por lo que tanto las autoridades chinas como las empresas chinas se enfocan en el mercado japonés de valores de deuda. Además, con la epidemia de coronavirus, surgen muchos riesgos adicionales", señaló el analista.
China es uno de los mayores poseedores de la deuda de EEUU con alrededor de un billón de dólares en bonos del Tesoro. Mientras tanto, no cesan las tensiones en las relaciones entre los dos países.
"No queremos poner todos los huevos en la misma canasta. Es un principio razonable para diversificar y mejorar la seguridad de las inversiones", subrayó Da Zhigang.
Según el experto, a pesar de algunas contradicciones políticas y territoriales, las economías de China y Japón están estrechamente vinculadas. China representa una quinta parte de todas las exportaciones japonesas. Por lo tanto, Da Zhigang opinó que continuará la tendencia a fortalecer la cooperación económica entre los dos países.
"Japón es uno de los pocos países cuyo volumen de comercio con China es superior a los 300.000 millones de dólares. La historia demuestra que la cooperación comercial y económica entre nuestros países ha ido desarrollándose desde el establecimiento de relaciones diplomáticas. Y aunque ha habido ciertos obstáculos, incluyendo el problema de la soberanía de Diaoyutai (islas Senkaku, en japonés), el volumen de comercio en su conjunto no ha experimentado caídas serias", observó el analista.
Además, Da Zhigang señaló que en los últimos años, el comercio y el número de turistas chinos en Japón también han aumentado.
Al mismo tiempo, la venta de yuanes para adquirir yenes con el fin de comprar bonos ayuda a evitar que la moneda china se fortalezca demasiado rápido.
El propio Japón ocupa el primer puesto entre los tenedores de los bonos del Tesoro de EEUU con una cantidad de títulos estadounidenses, valorada en 1,29 billones de dólares.