El organismo comentó este 13 de octubre un artículo publicado en el diario The Times of Malta que insta a imponer sanciones adicionales a Moscú. Según señala la Cancillería rusa, el artículo tiene poco que ver con la situación real de las cosas.
Desde el momento del traslado de Navalni a Alemania —señala la Cancillería rusa— se lanzaron numerosas acusaciones infundadas contra Rusia, y por lo visto no se presentará ninguna prueba como también fue en el caso de los "envenenamientos" de Salisbury.
"Las acciones de Alemania fueron tan bien ensayadas que hacen pensar en otro montaje del uso de armas químicas, pero esta vez no en Siria o en el Reino Unido, sino en Rusia", dice el comentario.
Por ejemplo, Berlín expresó enseguida su disposición a trasladar al opositor ruso "envenenado" a un centro médico alemán.
"Además, se vio implicada en la situación también la cúpula político-militar alemana, que declaró al paciente su huésped. Se supone que estos y otros elementos organizativos fueron parte del plan de politización del incidente con el presunto envenenamiento, para después acusar a Rusia de la violación de la Convención sobre las Armas Químicas", indica el comentario.
"Tal comportamiento sería poco lógico si Navalni fuera realmente envenenado por orden de Moscú", afirmó el Ministerio.
El bloguero y opositor político ruso Alexéi Navalni fue trasladado a Berlín desde Rusia el 22 de agosto después de pasar dos días en un hospital de la ciudad de Omsk, donde fue ingresado tras perder el conocimiento durante un vuelo procedente de la ciudad de Tomsk.
En el hospital de Omsk, Navalni fue inducido a un coma y, ante un cuadro clínico similar al de un envenenamiento, fue tratado con atropina, medicamento que suele utilizarse como antídoto para los agentes nerviosos. Sin embargo, los médicos de Omsk luego le diagnosticaron un trastorno metabólico.
Por su parte, los médicos del hospital universitario Charité en Berlín, donde recibía tratamiento Navalni, afirmaron que el opositor fue envenenado. El 22 de septiembre Navalni fue dado de alta tras pasar en el hospital de Charité 32 días, 24 de ellos en cuidados intensivos.
El 6 de octubre, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) declaró que en el organismo de Navalni fue hallada una sustancia análoga por sus características al Novichok, pero que no está incluida en la lista de sustancias químicas prohibidas.
Moscú califica de infundada la versión alemana sobre lo ocurrido con Navalni y espera respuestas oficiales a las solicitudes enviadas a Berlín.