El joven de 26 años Kyle Burgess salió a correr por un área que conoce bastante bien, el Slate Canyon en Utah, centro oeste de Estados Unidos, cuando se encontró con cuatro pequeños felinos que le llamaron la atención.
Creyendo que se trataba de gatos monteses, habituales en esa área, Burgess comenzó a grabarlos con su celular cuando, de repente, apareció su madre furiosa: una enorme puma que lo miró de modo amenazante.
"¡No! ¡Vete! ¡Soy grande y aterrador!", le dijo en un momento al animal, que no paraba de seguirlo. "Eres un buen gatito... Agradable y lento. Vamos, ve a buscar a tus bebés", le suplicó en otro momento.
"Está bien, aquí es cuando (insulta) muero", dice casi al final. "Vamos, no tengo ganas de morir hoy", suplica por último.
Finalmente, logró escapar. "Honestamente, en este momento todavía se siente como un sueño", relató luego del evento a Deseret. Había corrido casi 12 kilómetros cuando se encontró con la puma, y aunque dar la vuelta era más seguro, decidió esperar 30 minutos para no tener que hacer el camino más largo.
Después, se encontró con una excursión y le preguntó a sus integrantes si habían visto a un puma, lo que los hizo reír hasta que les mostró el video. A la vuelta, con una piedra en una mano y un palo en la otra, no había rastros de la familia felina.
Mira aquí el video:
Sorprendente, ¿cierto?