Un portavoz de la Presidencia explicó que el decreto anterior, que imponía el estado de emergencia del 9 al 21 de octubre, se vuelve nulo porque el parlamento no llegó a aprobar esa medida dentro del plazo legal de tres días.
El nuevo decreto declara el estado de emergencia hasta el 19 de octubre. Si los legisladores no lo ratifican en los próximos días, perderá vigencia automáticamente el día 15.
Desde el sábado en Biskek rige un toque de queda entre las 21.00 y las 05.00 horas.
Al día siguiente, miles de seguidores de los partidos opositores, que no superaron el umbral electoral del 7%, se echaron a la calle en Biskek para denunciar numerosas irregularidades en la votación y exigir la repetición de los comicios.
Las protestas derivaron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Según el Ministerio de Salud kirguís, al menos una persona murió y más de 1.200 sufrieron lesiones en los disturbios.
El presidente Sooronbái Zheenbékov denunció un intento de toma violenta del poder e instó a poner fin a los disturbios, pero pidió a la autoridad electoral investigar las denuncias de irregularidades, lo que derivó en la invalidación de los resultados oficiales y el anuncio de unos nuevos comicios, con una fecha aún por determinar.
El 6 de octubre, el primer ministro de Kirguistán Kubatbek Boronov presentó su dimisión. El mismo día los líderes opositores crearon un consejo de coordinación y postularon a Zhapárov como primer ministro y el Parlamento confirmó su candidatura en una sesión extraordinaria.
El 9 de octubre Biskek volvió a ser escenario de enfrentamientos, en particular entre los partidarios y los detractores de Zhapárov.
El 10 de octubre, Zhapárov fue ratificado en el cargo de primer ministro y avanzó que Zheenbékov dejaría la presidencia en los próximos días.