"En los últimos seis años he estado incluido en seis operaciones distintas de inteligencia ilegal, algunas practicadas desde el Ejército y otras desde la Fiscalía General de la Nación", dijo Cepeda en audiencia ante la CIDH.
El senador también presentó información sobre labores ilegales por parte de la inteligencia de Colombia contra sectores de oposición, periodistas, magistrados de altas cortes y personas defensoras de derechos humanos.
Por último, pidió a la CIDH que interceda para que el Gobierno entregue toda la información disponible con relación a los trabajos de inteligencia ilegal y colabore con la justicia para que haya resultados en materia administrativa y de justicia penal.
"Estos graves hechos representan una violación al derecho a la oposición del derecho a la libertad de expresión y de derechos fundamentales a las víctimas", concluyó.
En septiembre, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) confirmó a Cepeda que él fue objeto de espionaje ilegal por parte de inteligencia del Ejército de Colombia.
"He sido oficialmente informado por la Corte Suprema de Justicia que ha sido localizada una carpeta dentro de la investigación por los llamados 'perfilamientos' realizados por el Ejército Nacional en la que aparece recurrentemente mencionado mi nombre", reveló Cepeda el 28 de septiembre a través de un video publicado en su cuenta de Twitter.
A su juicio, tales interceptaciones obedecen a los debates de control político que ha hecho en relación a la actividad en el Ejército "de un sector corrupto", y a crímenes "que se han perpetrado desde esta institución".
Durante ese tiempo hicieron seguimiento y elaboraron carpetas de más de 130 personas con el apoyo logístico y económico de una agencia de inteligencia de Estados Unidos, cuyos recursos, destinados para la lucha contra el narcotráfico, fueron desviados para seguir incluso a periodistas estadounidenses, como Nicholas Casey, en ese entonces director de The New York Times para los Andes y quien residía en Bogotá.