"La UE pide a todas las fuerzas políticas del país que actúen en el marco de la Constitución y resuelvan sus desacuerdos de manera pacífica", dice el documento.
El bloque comunitario expresó su esperanza de que se organicen nuevas elecciones que sean creíbles, transparentes e inclusivas, "en conformidad con los compromisos internacionales de Kirguistán y con los derechos democráticos de sus ciudadanos".
Se subraya también que la UE ha apoyado la democracia y el desarrollo de Kirguistán desde su independencia y seguirá apoyándolo en futuro.
En la noche del 5 al 6 de octubre, los manifestantes ocuparon varias oficinas públicas, incluidas las sedes del parlamento, el gobierno y el ayuntamiento de Biskek. También lograron que el Comité de Seguridad Nacional excarcelara a varios políticos presos. El presidente de Kirguistán, Sooronbái Jeenbekov, denunció un intento de toma violenta del poder e instó a poner fin a los disturbios, dejando claro al mismo tiempo que había dado la orden de no disparar contra los manifestantes para evitar el derramamiento de la sangre.
La autoridad electoral de Kirguistán anuló los resultados de las parlamentarias.