Desde 2019 está en construcción el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, en la ciudad de Santa Lucía, Zumpango, unos 55 kilómetros al norte de Ciudad de México en el estado de México. Fue en octubre de ese año cuando los operadores de retroexcavadoras comenzaron a percatarse de extraños hallazgos.
Se trataba de cientos y cientos de fósiles de toda clase de forma y tamaño. Pronto la cifra superó los 8.000 huesos. En total, se han reunido al menos unos 180 mamuts, además de animales como caballos, bisontes y camellos, según informó a Efe el responsable de salvamento arqueológico en Santa Lucía del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Rubén Manzanilla López.
Ahora, a los trabajadores de la construcción los acompañan arqueólogos que monitorean, en tanto, el área de trabajo de más de 4.200 hectáreas, en búsqueda de más y más fósiles.
Se trata del mayor hallazgo fósil de América Latina por concentración de individuos, sostuvo el arqueólogo.
“En México es el más grande y a nivel Latinoamérica es uno de los más importantes, sino es que el más importante, considerando que todavía no terminamos la exploración y trabajaremos lo que resta de este año y parte del 2021, tiempo en el que seguirán apareciendo restos. Ahora mismo en bodega tenemos más de 8,000 huesos ya en inventario”, explicó.
¿A dónde irán a parar los fósiles?
El equipo arqueológico que trabaja en el área, bajo la supervisión del Ejército Mexicano, tiene un acuerdo estricto de confidencialidad que les impide informar con precisión qué ocurrirá con los restos hallados.
Sin embargo, las opciones son limitadas. Existe la posibilidad de lo que se conoce como la preservación in situ, lo que significa que el fósil se conserva exactamente donde fue encontrado, el área se cierra, lo que permite autorizar exhibiciones al público al tiempo en que el estado de los huesos no se deterioren, explicó el director de investigación en Mammoth Site en la ciudad de Hot Springs, Jim Mead, a Atlas Obscura.
Aunque hay áreas suspendidas de las construcciones del futuro aeropuerto, la mayoría de la obra sigue en pie, y las autoridades no planean cancelar la edificación por los hallazgos. Por tanto, la primera opción resulta improbable.
Existe una última posibilidad que requeriría de una inversión importante de dinero, añade Mol, y es la de trasladar grandes partes del suelo, de forma intacta, y transportarlos a un museo, de manera que los fósiles dentro permanezcan intacto y se conserven mejor.
Por su parte, el paleontólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, Joaquín Arroyo-Cabrales, opinó que lo más probable es que se construya un museo para conservar los hallazgos. "Es un área demasiado grande para excavar completamente. No podemos excavarlo todo", dijo a la revista. Además, añadió que es un hecho que hay muchos que no podrán ser nunca encontrados, debido a la futura edificación.