Durante el estudio, los investigadores de la Universidad de Nápoles Federico II, el CEINGE-Advanced Biotechnology, la Universidad Roma Tre, la Universidad de Milán y el Consejo Nacional de Investigación (CNR) analizaron los restos de un joven vecino de Herculano que había sido enterrado vivo por la erupción. Al examinar el cráneo del hombre, se dieron cuenta de que su tejido cerebral vitrificado todavía contenía restos de neuronas cerebrales casi intactas.
Los investigadores italianos usaron un avanzado microscopio electrónico para examinar los restos del vecino de Herculano, de unos 20 años, que había sido hallado tumbado boca abajo en una cama del Colegio de Augustales, la sede del culto del emperador Augusto. No solo observaron las estructuras esféricas que resultaron ser neuronas, sino también sus prolongaciones, los denominados axones.
Asimismo, utilizaron la espectroscopia de energía dispersiva de rayos X para examinar la composición química del material. Concluyeron que era rico en carbono y oxígeno, los elementos característicos de la materia orgánica.
Los autores del estudio están convencidos de que el hallazgo tiene una gran importancia para "el campo de los estudios históricos".
Además, podría contribuir a gestionar mejor "desastres como la erupción del Vesubio": los científicos tienen previsto hacer una reconstrucción de distintas fases de la catástrofe.