¿Socialismo en EEUU?
De acuerdo al presidente Trump existe el peligro latente y real de que un socialista se instale en la Casa Blanca. "En estas elecciones decidimos si permitirnos que una agenda socialista derribe nuestro destino", se le escuchó decir.
El Dr. en Historia y Dr. en Derecho José Luis Orella, ironiza acerca de los 'conocimientos' del partido opositor que tiene Trump. "Hay que reconocer que Donald Trump, desde luego tiene que conocer al Partido Demócrata, porque el fue en el pasado, en su juventud, uno de los mayores apoyos de los Clinton. Luego cada uno ha seguido caminos diferentes".
El analista añade que "en ese sentido casi se le podría 'acusar' por ciertas reivindicaciones por una implantación del servicio sanitario público, que ahí ya sería casi uno de los aspectos positivos con lo que se está viviendo con la situación de crisis sanitaria que sucede en EEUU".
"Otra peculiaridad distinta y diferente son los aspectos de política internacional, que curiosamente son los más parecidos entre los dos partidos porque no suelen variar en ese sentido", matiza el profesor.
Las 'flores' de Trump para Biden
Pero las palabras de Trump acerca de la idea que transmite sobre el Partido Demócrata, que dejan ver el concepto de socialismo que ronda en la cabeza —¿o sólo en el discurso?— de quien quiere renovar sus votos de enamoramiento con su electorado, fueron música de relajación comparadas con los piropos que le dedicó a su oponente. Dijo de él que es "un débil, un radical, extremista, incompetente, ignorante, un hipócrita".
Voto útil
El analista incide en que el voto popular es un voto pragmático. "La gente no le vota a Trump porque diga 'Viva la bandera de EEUU' y ya está, sino porque le ha mantenido sus puestos de trabajo, y económicamente antes de la pandemia, la economía de EEUU se recuperó gracias a esa posición de primera potencia presionar a muchos medianos y pequeños países para hacerlos clientes de sus productos y mantener ese clientelismo", observa.
"Por lo tanto, el que se pueda evitar a través de la política, la rivalidad científica de un país para que no llegue a tiempo, y asegurar para tu industria ese gran mercado del futuro que puede aliviar y favorecer tu economía, desde luego para un presidente como Trump, que procede el mundo empresarial y con una mentalidad de corsario, está dentro de su mentalidad. Otra cuestión es que a la gente de formación más diplomática le parezca, desde luego, una barbaridad", concluye el Dr. José Luis Orella.