"El mercado ya ha dado una alerta, los agentes económicos en general; tanto la propuesta como las señales emitidas por el mercado tienen que ser tomadas en cuenta en el debate a partir de ahora", dijo Funchal en rueda de prensa.
El 28 de septiembre, el Gobierno presentó la idea de Renta Ciudadana, un programa social que empezaría a funcionar en enero y que tomaría el relevo de las ayudas de emergencia que más de 67 millones de brasileños están recibiendo en estos meses de la pandemia.
Otra vía para financiar el programa serían parte de las reservas del presupuesto del Estado para pagos de órdenes judiciales, pagos que en muchos casos serían aplazados.
Estas ideas iniciales no fueron del agrado del mercado financiero: el 28 de septiembre, el Ibovespa, el principal índice de la Bolsa de Sao Paulo, cayó un 2,41%, y el dólar comercial cerró la jornada con una subida del 1,42%, la mayor desde finales de mayo.
El secretario del Tesoro, un técnico dentro del ministerio de Economía, dijo que lo presentado hasta ahora fue una "solución política" y que ahora el propio equipo económico y el Gobierno en general debe mostrar lo que significa y la repercusión que puede tener la creación de este programa.
En las últimas semanas han sido públicas las desavenencias entre el ministro de Economía, Paulo Guedes; más partidario del ajuste y el control del déficit, y el presidente Jair Bolsonaro y el ala militar del Ejecutivo, más favorable al aumento de gasto, en parte porque las actuales ayudas de la pandemia están ayudando a aumentar la popularidad del presidente, según diversas encuestas.