"Sería una irresponsabilidad de mi parte no hacerlo (cambiar la Carta Magna después de 2022); yo no quiero que se privatice el sector energético porque, si no tenemos independencia económica, si no tenemos independencia en nuestros energéticos, no podemos garantizar nuestra soberanía como país independiente, libre", dijo el mandatario a periodistas en Palacio Nacional.
La reforma energética puso fin a ocho décadas del monopolio del Estado en el sector energético, que comenzaron con la nacionalización de 1936.
Pemex, la petrolera más endeudada del mundo con más de 100.000 millones de dólares, preservó algunos privilegios, como el control del 80% de las reservas de crudo probadas, que la empresa estatal eligió en solitario en la llamada Ronda Cero de licitaciones.
El 20% de yacimientos restantes se licitó en varias rondas de concursos abiertos, celebrados entre 2015 y 2017, a las que acudieron gigantes de EEUU, Canadá, América Latina, Europa, China, Rusia, Japón y Australia, entre otros.
Pemex y CFE debilitadas
El jefe de Estado sostiene que la reforma energética debilitó a las dos empresas del Estado mexicano, según informó en sesión celebrada esta semana con los entes reguladores del sector energético.
Sin embargo, el gobernante está convencido de que la reforma "ha sido un fracaso rotundo" y que Pemex debe volver a explotar los campos maduros terrestres del sureste del país.
López Obrador describe la apertura a las inversiones de decenas de miles de dólares a largo plazo, en la que el Estado firma contratos a cambio de importantes regalías, con o sin riesgo compartido, como "privatizaciones, negocios jugosos, robo, saqueo de los bienes de México, solo en beneficio de particulares".
Con la modernización de las seis refinerías del país y la construcción de una planta nueva que costará 8.000 millones de dólares, el mandatario espera refinar toda la extracción de hidrocarburos, para dejar de importar el 80% de gasolinas que consume su mercado interior y acabar con las exportaciones petroleras.
En la página tres del memorando de ocho páginas al cual tuvo acceso Sputnik se lee "debemos avanzar hasta el límite que permita el marco actual jurídico. No obstante, si para poder aplicar la nueva política de rescate a Pemex y a CFE fuera necesario proponer una nueva reforma energética, no descartamos esa posibilidad".
El documento sin membrete oficial ni firma, fue fechado en el salón Guillermo Prieto de Palacio Nacional, sede el poder Ejecutivo federal, el 22 de julio de 2020.