"Monseñor Pablo hizo un llamado a no politizar ni manipular estas tragedias que todavía ocurren en nuestra Nicaragua, a la que queremos libre de esos crímenes de odio; por eso reiteradamente hemos pedido penas elevadas para quienes los cometen", reseñó Murillo en su habitual comparecencia por el canal Cuatro de televisión abierta.
Las hermanas Lilian (12 años) y Blanca Marlene González (10) fueron víctimas de un acto de violación y homicidio que el 12 de septiembre conmovió a la opinión pública nicaragüense.
La vicepresidenta indicó que el prelado reconoció la rapidez con que actuó la Policía Nacional en el esclarecimiento del doble crimen y destaó el acompañamiento dado por el Gobierno a la familia de las víctimas, que incluye la próxima entrega de una vivienda.
A raíz del suceso, el presidente Daniel Ortega propuso la implantación de la cadena perpetua para autores de crímenes semejantes, en la cual ya trabajan la Asamblea Nacional (Parlamento) y la Corte Suprema de Justicia.