Culminando su misión diplomática, Lagorio invitó a su residencia a un grupo de periodistas, pero no para una rueda de prensa, sino una charla informal.
"Un embajador es una persona normal y corriente, (…) es un ser normal, y si no es un ser normal, se cree más de lo que es", destacó.
Ricardo Ernesto Lagorio fue designado como embajador de Rusia en abril de 2017 por el expresidente Mauricio Macri, y será reemplazado en el puesto por Alicia Castro, antigua embajadora en Venezuela y el Reino Unido, designada por el presidente Alberto Fernández.
Lo curioso es que en 2015, durante las elecciones presidenciales en Argentina, Lagorio era asesor del candidato que perdió, Daniel Scioli.
"Si hubiera ganado Scioli en 2015 yo hubiera sido el canciller. Perdió. Y a mí me mandó aquí el presidente Macri por quien no voté", relató.
El diplomático apuntó que "Rusia es un país muy complejo, y por eso hay muchos prejuicios, porque la gente no se toma el trabajo de entenderla".
"Creo que lo que más me gustó es tener que descubrir a Rusia, no es un país fácil", agregó.
El embajador reconoció que le cayeron bien los rusos, pues incluso enfatizó que "son muy latinos".
"Todos estos prejuicios de que los rusos son fríos es una gran mentira, uno como italiano que somos nosotros nos sentimos muy en la casa", señaló.
Nueva dimensión de la relación
Hablando de las relaciones argentino-rusas, el embajador destacó su carácter de "continuidad", y aseveró en este contexto que no van a ser afectadas por el cambio del Gobierno argentino.
"Lo que yo he vivido es una continuidad con personas distintas, el presidente Macri no es presidente el Fernández, pero las líneas esenciales hasta hoy no han cambiado", indicó.
Repasando su misión en Rusia, el embajador recordó que durante su gestión "vinieron los jefes de tres poderes: vino el presidente Macri, vino el presidente de la Corte Suprema, y el presidente provisional del Senado".
"El comercio está bajo pero se mantuvo constate y (…) durante mi gestión hubo siempre superávit", apuntó.
La relación entre Argentina y Rusia, destacó Lagorio, es "muy sólida, se ha evolucionado a lo largo de la historia". En 2015 los dos países establecieron la Asociación Estratégica Integral, y en su misión Lagorio consideró importante buscar nuevas áreas de la cooperación bilateral.
"Yo lo que busqué es esto, dar una dimensión distinta, (...) la relación tiene que modernizarse con paralelo al siglo XXI, (...) y avanzamos en nuevos sectores, como ciencia, tecnología, innovación, cultura, educación", apuntó.
Así, Lagorio subrayó que durante su gestión se firmaron convenios sobre el intercambio científico con el centro de innovaciones ruso Skólkovo y la Academia de Ciencias de Rusia.
A la vez el embajador apuntó a la importancia de la cooperación cultural, y recordó la firma de un convenio de cooperación entre el Teatro Colón de Buenos Aires y el Teatro Bolshói de Moscú.
Lagorio también destacó la cooperación entre algunos de los clubes de debates rusos, como el de Valdái, y el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), al reiterar que en su opinión lo más importante para las relaciones es dialogar y "hablar no solamente de compra o venta, sino de valores".
"Estamos en un mundo donde hay mucha comunicación, pero poco diálogo, y hay que buscar debates sobre unas cuestiones más cotidianas, (…) hay que preocuparse más de la gente común", apuntó.
En este contexto el embajador resaltó la reunión que mantuvieron los representantes del Instituto del Diálogo Interreligioso (IDI) y la Universidad Estatal de Moscú en noviembre de 2019.
Agenda rusia-argentina: el canto del cisne...
Por supuesto, los últimos meses de la misión de Lagorio en Rusia estuvieron marcados por la pandemia del COVID-19, que afectó, entre otras áreas, el intercambio comercial entre Rusia y Argentina, que según los datos del Servicio Federal de Aduanas (FTS) ruso cayó un 26,6% entre enero y julio de 2020.
Según comentó el embajador a Sputnik, esta caída "es importante", pero "no se congeló, sino que siguió habiendo comercio".
Lagorio reconoció que la pandemia del coronavirus provocó una reducción de los contactos comerciales, y para restablecer la agenda sirvió la reunión virtual celebrada la semana pasada entre representantes de los Gobiernos de Argentina y Rusia.
Por parte de Argentina participaron el secretario de relaciones económicas internacionales, Jorge Neme, y la subsecretaria de negociaciones multilaterales y bilaterales, Carola Ramón; mientras que el Gobierno ruso estuvo representado por el copresidente de la Comisión Intergubernamental Argentino-Rusa para la Cooperación Económico-Comercial y Científico-Técnica, Serguéi Dankvert.
"Fue una buena oportunidad para que se conocieran, (...) se pasó una revista rápida de los principales temas de la agenda, la parte comercial, inversiones, agroindustria, problemas fitosanitarios (…) temas de energía, se habló de la vacuna" rusa contra el COVID-19, reveló el embajador.
Al término de la conversación, agregó, "se fijó una agenda para el resto del año y el año que viene", y en general "se llenó un vacío que había debido a la pandemia".
La pandemia y el cierre global de las fronteras causaron problemas a casi todas las embajadas del mundo. En el caso de la Embajada argentina, según relató Lagorio, hubo unos "50 casos críticos, y todos por suerte pudieron ser solucionados".
Lagorio resaltó el trabajo de la Embajada para ayudar a sus compatriotas.
"Prácticamente casi todos los días se los llamaba por teléfono a ver cómo estaban. Era un grupo pequeño, se lo podía hacer, así que entre todos los funcionarios se dividieron y los llamaban para preguntar cómo estaban, si tenían problema, qué necesitaban. Hicimos un seguimiento individualizado, (…) con lo cual los compatriotas se sentían muy cómodos, muy protegidos y muy cuidados", señaló.
El embajador apuntó que para él fue "un gran orgullo poder hacerlo".
Así que, en cierto sentido ayudar a sus connacionales y contribuir a restablecer la agenda comercial argentino-rusa fue el canto del cisne de la misión de Lagorio en Rusia. Pero no es el fin su misión más allá de las fronteras rusas.
"Tengo casi 40 años de diplomacia, he hecho mucha política, fui y vine. Hoy por hoy no tengo destino, (...) si estoy en la Cancillería, mejor, y si no, hay otros lugares, (…) pero voy a seguir haciendo lo que he hecho toda mi vida", aseveró.