"Los próximos tres días van a ser muy difíciles para nosotros. El tribunal escuchará pruebas médicas del estado de salud físico y mental de Julian y de su probabilidad de supervivencia si le extraditan para afrontar 175 años en prisión en EEUU", tuiteó Stella Moris, asesora legal y novia de Assange. "Por favor, traten a Julian con dignidad y humanidad", añadió en su emotivo mensaje.
The next three days will be very difficult for us. The court will hear medical evidence of Julian's physical and mental condition and his likelihood of survival if he is extradited to face 175 years in a US prison.
— Stella Moris (@StellaMoris1) September 22, 2020
Please treat Julian with dignity and humanity. #MentalHealth
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La delicadeza del asunto produjo un raro momento de absoluta sintonía entre las partes enfrentadas en el caso. Los abogados de la defensa y de la fiscalía británica que representa al Gobierno estadounidense se negaron a entregar a la prensa los testimonios escritos de sus respectivos expertos médicos. Pasaron después la pelota a la magistrada Vanessa Baraitser, que preside esta etapa del proceso judicial en la Corte Central Criminal, el llamado Old Bailey.
Mientras, el periodista e informático australiano, de 49 años, aguantó en silencio, desde su posición habitual dentro de la zona acristalada, el torrente de datos personales que salieron a relucir durante el testimonio oral y el contrainterrogatorio del primer experto médico de la semana.
Riesgo de suidicio
Michael Kopelman, psiquiatra y académico, afirmó que Assange corre un "alto riesgo" de quitarse la vida si el Reino Unido consiente a la solicitud del Departamento de Justicia estadounidense, con el fin de juzgarle por un cargo de conspiración para hackear sistemas informáticos y otros diecisiete supuestos delitos de obtención y difusión de documentos confidenciales en violación de la ley de Espionaje.
Depresión y sicosis
El diagnóstico del neuropsiquiatra incluye "depresión recurrente, con alucinaciones sicóticas", que ha variado de "moderada a muy severa" en los últimos años. Las fases agudas coincidieron con periodos de reclusión solitaria, de hasta 23 horas al día en la celda, por los que pasó cuando fue trasladado al área de la enfermería del penal o a raíz de la pandemia del COVID-19. Un régimen penitenciario similar o más riguroso le aguarda en EEUU, de acuerdo con su defensa.
"El riesgo de suicidio lo genera la depresión clínica… pero la inminente orden de extradición provocará el intento (de quitarse la vida)", afirmó. El neuropsiquiatra desveló que Assange ha comenzado a escribir cartas de despedida y arreglar sus asuntos privados al tiempo que pasa noches en vela, días sin apetito y sufre ataques de ansiedad. "Encontrará la forma de suicidarse", enfatizó.
Stella Moris adelantó en las redes sociales que su prometido padece el síndrome de Asperger. Kopelman corroboró el diagnóstico. Este trastorno del espectro autista puede convertirse en escudo protector contra la entrega del padre de familia y exdirector de WikiLeaks.
Recurso precedente
Hay un notable y reciente precedente en extradiciones requeridas por Washington. En febrero de 2018, el Tribunal de Apelación de Inglaterra y Gales bloqueó la entrega del británico Lauri Love, a quien EEUU reclamaba para ser juzgado por varios delitos de pirateo de plataformas y servidores digitales oficiales. "Hemos llegado a la conclusión de que la extradición sería opresiva debido a su condición física y mental", dictaron los altos magistrados que atendieron el recurso. Love tenía Asperger.
El distinguido profesor, que tiene un largo historial testificando en casos de derechos humanos y privación de libertad, defendió enérgicamente su metodología, análisis y diagnóstico. Lewis le interrogó desde múltiples ángulos, poniendo en duda su experticia y alegando que se había dejado engañar por Assange, quien estaría exagerando su condición depresiva.
"Sería un poco osado por su parte cuestionar mis credenciales", le espetó Kopelman, tras recordar una ocasión en que el abogado reclamó sus servicios en otro caso de extradición. Los testimonios de especialistas médicos, incluidos dos contratados por EEEU, continuarán a lo largo de esta tercera semana de audiencias públicas.