Brasil es uno de los países más afectados a nivel sanitario por el coronavirus. Durante meses estuvo segundo en el ranking de mayor cantidad de muertos. Hoy cuenta con más de 135.000 muertes por COVID-19.
La mayor economía latinoamericana sufre además su peor crisis en 120 años y de acuerdo a la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL), decrecerá más de nueve puntos en 2020.
A pesar de ello, el deterioro de los indicadores no ha producido en la población el daño que se podía prever. Según datos de la Fundación Getulio Vargas, la pobreza disminuyó durante los meses más críticos, a contramano de lo sucedido en el resto del mundo. Mientras que en julio de 2019 se situó en 8%, en el mismo mes de este año alcanzó a 3,3% de la población.
"Lo que ocurrió es que aquí se hizo una política de transferencias de dinero directo del Gobierno a la ciudadanía, que llegó a prácticamente a un tercio de la población", explicó a Sputnik Emilio Chernavsky, doctor en Economía y especialista en políticas públicas brasileño.
Sin embargo, para Chernavsky "es previsible" que la pobreza aumente en los próximos meses debido a que desde septiembre las prestaciones disminuirán a la mitad hasta eliminarse por completo a fin de año.
"Con todo esto el desempleo creció. A comienzo de 2021 vamos a llegar a una situación social bastante compleja, con alto desempleo y con las transferencias terminadas", agregó.